viernes, 15 de mayo de 2015

Atrapada en este Amor: Capítulo 87

Un poco más de siete meses después, nació  Mateo Alfonso Chaves, a pesar de que su madre le preparó una canastilla de color rosa.
—Te dije que no te hicieras ilusiones. Por parte de mi padre, todos somos varones —murmuró Pedro, muy orgulloso, con su hijo en brazos—. No hay ni una niña. Y es el padre quien determina el sexo —añadió con una imperdonable superioridad.
—Espera hasta que llegue a casa y me encuentre mejor para que te demuestre quién determina el sexo —le desafió Paula con un brillo desafiante en los ojos.
—Eso sería la primera vez —musitó él—. Durante este último mes, casi me tuve que comprar un matamoscas para mantenerte alejada de mi cama.
—¿Qué puedo hacer si eres tan sexy? Me excito con sólo escucharte por teléfono.
—Me alegra saberlo. Haré que pongan dos teléfonos más en casa.
—Hazlo —afirmó ella sonriendo.
Ana entró a verlos. Cuando se le permitió tomar en brazos a su segundo nieto, esbozó una radiante sonrisa.
—¿Cómo está Franco?—le preguntó Paula.
—Te echa mucho de menos, pero está deseando conocer a su hermanito. ¿No les parece precioso?
—Guapo —le corrigió Pedro.
—Es un bebé, puede ser precioso si quiere —le riñó Paula—. Gruñón...
—Tengo derecho a serlo. Estuviste durante horas en Reanimación y hoy es el primer día que tienes algo de color en el rostro. He estado muy preocupado.
—´-Estoy bien. Además, tú no me dejaste sola ni un minuto hasta que me llevaron al quirófano para hacerme la cesárea. Debes de estar muy cansado.
—Tú eres la única que tiene derecho. Te darán el alta dentro de cuatro días y podrás venir a casa.
—Eso será estupendo.
—Y Franco les podrá leer cuentos a ustedes —comentó Ana.

Paula  se echó a reír. Observó a su esposo durante un instante antes de contemplar a su hijo y a la radiante abuela. Eran tres de las personas que más quería en el mundo, dos de ellas mostrándose tal y como eran después de haberse deshecho de las máscaras que ocultaban dolor, culpabilidad y dudas.
Entonces, cerró los ojos al sentir que la fatiga se iba apoderando de ella. Cuando por fin se quedó dormida, como el sol después de la tormenta, soñó con el arco iris.




  FIN

4 comentarios: