viernes, 29 de mayo de 2015

Cuestiones Privadas: Capítulo 64

-¿Paula?
Ella se dió la vuelta y se quedó mirando a la puerta. El pomo giró.
-¿Estás bien, cariño?
-Sí, estoy bien.
- No lo parece. ¿Estás llorando?
-No seas estúpido -contestó, limpiándose una lágrima con el dorso de la mano-. ¿Por qué iba a llorar, Pedro?
- No lo sé, pero me gustaría descubrirlo. Abre, Paula.
-No.
-Paula, ¡abre la puerta!
- No tengo por qué hacerlo. Esto es un cuarto de baño y aquí tengo derecho a estar sola.
Pedro apoyó la frente en la puerta. Por supuesto que Paula estaba llorando, lo sabía por experiencia. En otras circunstancias, él habría salido corriendo. Pero estaba en su casa y el viento y la nieve amenazaban en el exterior... Además, no le importaba oír a su gorrión llorando.
Solo que no sabía por qué lloraba.
De acuerdo, no había salido perfecto. No había durado todo lo que a él le habría gustado para poder tener tiempo de buscar sus lugares más sensibles, para tomarla en sus brazos y observar su linda cara mientras la llenaba como él, y solo él, podía llenar...
¿Él y solo él?
Pedro frunció el ceño. ¿Qué demonios significaba eso?
Ella había aceptado que él fuera su maestro. Y eso era todo lo que él le había prometido.
«Tranquilo», se dijo. Necesitaba unos minutos para pensar con claridad en lo que había sucedido. Él sabía que Paula no tenía mucha experiencia, pero le había sorprendido que fuera virgen. Eso había sido una verdadera sorpresa...
Además, él había perdido el control y eso era algo que jamás le había sucedido antes. Pero era normal, ¿a qué hombre no le resultaría emocionante aquella experiencia? Y de hecho, ya estaba empezando a desearla otra vez. De hecho, no había dejado de desearla incluso después de que ambos hubieran llegan al clímax. ¿Sabría ella lo difícil que era que los dos miembros de la pareja llegaran al mismo tiempo? Era tan inocente, tan...
Pedro se frotó la cara con las manos. Estaba de nuevo excitado y deseaba hacer el amor. Pero, ¿qué querría Paula?
Al parecer, quería seguir allí encerrada y llorar.
¿Lo habría hecho tan mal?
-Paula, quiero que salgas de ahí ahora mismo -dijo, tratando de parecer duro. No hubo respuesta. Pedro frunció el ceño y lanzó una mirada irritada a la puerta.
- ¿Paula? Sal. No me hagas tirar la puerta.
Pedro esperó unos segundos.
- Maldita sea, Paula. No convirtamos esto en una batalla. Abre ahora mismo, ¿de acuerdo?
-No.
- Tendrás que hacerlo antes o después.
-No.
- Claro que sí. Te entrará hambre y sed, te cansarás...
-No tengo hambre y aquí hay agua suficiente. Además, si me canso puedo tumbarme en el suelo.
Pedro miró a la puerta, sopesando si tirarla abajo o no.
- ¿Paula?
-¿Sí?
-¿Estás segura de que no te hice daño?
-Estoy totalmente segura -dijo ella en voz baja, tan baja, que él apenas pudo oída-. No me hiciste nada de daño.
- Bueno, pero te has enfadado conmigo.
- No me he enfadado.
-Claro que sí. Lo hice... demasiado rápidamente. No quería que fuera así, pero cuando me dijiste...
-¡No vuelvas a repetido! Ya sé lo que dije y ojalá no lo hubiera hecho...
-¿Por qué?
- Por favor, no sigas hablando de ello. Me da mucha vergüenza...
-¿Vergüenza? ¿Decirme que me deseabas? Paula, ¿sabes lo que eso provocó en mí? ¿Sabes lo que fue oírte decir esas cosas?
Paula se sentó en el suelo y apoyó la cabeza contra la puerta.
- No hace falta que seas educado, Pedro.
Pedro  soltó una carcajada y se sentó también en el suelo.
- Caramba, gorrión, la educación no tiene nada que ver con esto. Solo te estoy diciendo que siento que fuera todo tan rápido. Me hubiera gustado que saliera todo perfecto.
-Fue perfecto. Solo que yo… ¿Qué me has llamado?
-Gorrión. Mi dulce y caliente gorrioncito...

4 comentarios:

  1. JAJAJA este Pedro me mata Gorrión. Mi dulce y caliente gorrioncito...

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  2. Jajajajajajaja este Pedro ea tremendo !!! Que lindos capitulos

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  3. Muy buenos capítulos! Esa manera que tiene de llamarla! jajaja

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