lunes, 25 de mayo de 2015

Cuestiones Privadas: Capítulo 46

- Ha sido una velada encantadora, pero creo que el señor Alfonso tiene razón. Tengo que irme a casa.
Pedro se puso también en pie y sacó unos cuantos billetes de su cartera.
-La cena corre de mi cuenta -dijo, tirando el dinero a la mesa.
Luego la agarró por la nuca en un gesto claramente posesivo, que Martín no dejó de observar.
-¿Paula?
Ella, aunque no le gustó la actitud de él, no quiso montar ninguna escena y dejó que Pedro le pusiera el abrigo.
Una vez fuera, Pedro le dijo al portero que les pidiera un taxi.
-No quiero que me lleves -dijo ella, apartándose de él-. Pero, ¿quién te has creído que eres? ¿Cómo se te ha ocurrido entrometerte de ese modo en mis asuntos?
-¡Oh, no me vengas con esas! Me he dado cuenta perfectamente de lo mucho que te has alegrado de verme.
- Solo porque me has salvado de comerme esa bazofia que me habían servido.
-No te engañes. No solo te alegraste de verme por eso.
-¡Oh, Dios, contigo no hay quien pueda! Eres un ególatra insoportable.
Entonces, Pedro la tomó en sus brazos y la besó.
Ella, al principio, protestó, pero enseguida se rindió a él y respondió a su beso.
-Señor, su taxi...
Pedro se echó hacia atrás y, sin soltar a Paula, se metió la mano en el bolsillo y sacó un billete, para después encaminarse hacia el vehículo.
-¡No me voy a meter en ningún taxi contigo! -protestó Paula.
Pedro dijo algo entre dientes, abrió la puerta y la obligó a meterse en el taxi. Luego se montó él y le dio al conductor la dirección de Paula. El taxista arrancó.
-¡Maldito seas, Pedro!
- Deberías darme las gracias, en lugar de maldecirme.
-¿Darte las gracias? ¿Por qué? ¡Dime! ¿Por hacerle creer a Martín que tú y yo...?
- A ti te tendría que dar igual lo que piense ese tipo. A menos que hayas perdido el sentido común.
- ¿No lo entiendes? Le has hecho pensar que tenías derecho a... derecho a...
- y lo tengo -contestó Pedro, mirándola de reojo-. Eso fue lo que acordamos, ¿o es que no te acuerdas? Quedamos en que te presentaría hombres para que salieras con ellos siempre que yo pensara que eran adecuados para ti.
-No acordamos nada. Y aunque lo hubiéramos hecho, no quiero que te entrometas en mi vida privada. Ni tú ni nadie.
-Te olvidas del pulpo que tenías en el plato. Si yo no hubiera aparecido, habrías tenido que vértelas con otro pulpo humano al cabo de media hora.
Paula  se cruzó de brazos y lo miró con los ojos muy abiertos.
-Eres imposible, ¿lo sabías? Si Martín hubiera querido abusar de mí, ya lo habría hecho la otra noche.
-Ese hombre te miraba como si fueras ya de su propiedad.
-¿Y cómo crees que me miras tú? Cuando dijiste que me fuera contigo, cuando... me tocas así. Cuando... cuando me besas como acabas de hacerlo... -Paula apartó la vista hacia la ventanilla-. Te estás equivocando. Eres mi jefe, no mi guardián...

6 comentarios:

  1. Wowwwww, qué intensos los caps de hoy. Pedro que se cree el dueño de ella y Pau poniéndole los puntos jajaja. Es súper divertida esta historia.

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  2. Wowow!! Esto se pone cda vez mejor!!! Ya quiero los prox caps! Bsoo @GraciasxTodoPYP

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  3. guuuuauuu Pedro el dueño de Paula, muero por tener el siguiente....

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  4. Jajajajajaj me encanta eata novela, me diviertwe

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  5. Muy bueno capítulos!!! Me ata Pedro boicoteándole las citas! Espero los próximas capítulos! ayer no me la pasaste, Naty!

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