martes, 12 de mayo de 2015

Atrapada en este Amor: Capítulo 77

—La reunión urgente es mañana —le recordó Joaquín una semana después mientras Holmes esperaba para acompañarla de nuevo a su casa después de una cena en la que Paula  acababa de obtener el último voto que necesitaba para mantener su puesto en la empresa.
—No se me ha olvidado, Joaquín—replicó ella, con una sonrisa que iba poniendo a Joaquín cada vez más nervioso.
—Paula, respeto verdaderamente el trabajo que has realizado durante estos años. Juan estaría orgulloso de las responsabilidades que te has echado sobre los hombros y los beneficios que le has reportado a nuestra empresa.
—Sé que lo estaría. Ha sido divertido.
A Joaquín le pareció que era una manera de expresarse algo rara. Entornó los ojos. Parecía que Paula sabía lo que iba a ocurrirle. Sintió el aguijonazo de la culpabilidad. Quería la empresa de su hermano, pero no le gustaba el modo en el que tenía que tratar a Paula para conseguirlo.
—Esta absorción de Alfonso Properties...
—Ya hablaremos de eso mañana, Joaquín. Estoy muy cansada.
—Lo he notado. Durante esta semana, te has estado marchando a casa muy temprano.
—Lo sé —susurró ella, colocándose un mano sobre el vientre—. Supongo que he perdido mucho sueño antes. Buenas noches, Joaquín.
Joaquín asintió y vio cómo ella se introducía en la limusina. No comprendía lo que estaba ocurriendo. Paula estaba enamorada de Alfonso y él de ella, si los comentarios significaban algo. Franco aún seguía con los Alfonso en Billings, al igual que Gimenez. La última vez que la incansable Pau Gonzalez se había mostrado completamente agotada había sido cuando estaba embarazada de franco. Había realizado algunas sumas y las respuestas resultaban de lo más interesantes. Ya no importaba. Todo habría terminado al día siguiente. Pau quedaría completamente fuera de la empresa. Entonces, podría ser que regresara a Billings para siempre. Así, él podría seguir con su propia vida.
Mientras tanto, Pedro tenía promesas de los poderes que necesitaba para evitar la absorción por parte de Gonzalez de su empresa. La abstención le pilló desprevenido porque provenía de Bill. Sabía que Bill no sentía simpatía alguna por él, pero la empresa estaba bajo asedio y le molestaba que uno de sus directores no lo apoyara. Le daba mucho que pensar y lo intranquilizaba. A pesar de todo, se sentía lo suficientemente seguro como para proseguir con sus planes. No tenía ni idea de lo que estaba ocurriendo en Chicago, aunque había rumores de que se había programado una reunión y que uno de los líderes de la empresa estaba amenazado. Sonrió. Estaban a punto de echar a Paula. Bien. Así podría regresar a Billings y alejarse de unos negocios que hacían que él se pusiera tan celoso. Ya estaba harto de su ausencia. A partir de entonces, Paula tendría que dejar que el que se ocupara de los negocios en la familia fuera él.
Aquella noche, Paula se acostó tarde, casi demasiado tarde. A la mañana siguiente, se vistió con un traje color crema y una camisa azul y, tras recogerse el cabello, bajó las escaleras. Ni siquiera se pudo tomar dos sorbos de café ni se atrevió a desayunar. Tenía que estar alerta aquella mañana. Todo dependía de ello.
La limusina la transportó al edificio de Gonzalez International. Tenía una sorpresa para Joaquín. Esperaba que su cuñado no se sintiera demasiado desilusionado cuando su espada no lograra cortarle la cabeza.
Cuando ella entró en la sala de juntas, todo el mundo ocupaba ya sus asientos. Sonrió y se sentó. Joaquín parecía muy nervioso. Sin embargo, Paula estaba muy tranquila. Tenía todo lo que necesitaba en su maletín. Estaba preparada para todo lo que Joaquín  pudiera tener preparado.
Después de que se leyera la minuta de la reunión. Joaquín  se puso de pie y se dirigió a todos los presentes. Antes de empezar a hablar, se dirigió a Paula. Describió su propia interpretación sobre la actuación de cuñada en la absorción de Alfonso Properties, que todo había empezado por venganza, que había puesto en peligro a Gonzalez  International ofrecía una desorbitada suma por las acciones de la otra empresa y mostró los lugares de Arizona en los que se podrían haber obtenido los minerales que Gonzalez ansiaba sin riesgo alguno. Paula  se dio cuenta de que no mencionó los costes de transporte de aquella otra opción. Por último, pidió un voto de no confianza para Pau Gonzalez.
Como Paula tenía derecho a un turno de réplica, se puso de pie.
—Primero, dejenme que afirme que todo lo que ha dicho Joaquín Gonzalez es verdad —dijo, sorprendiendo a Jaoquín y a los dos directivos a los que no se había dirigido para que la apoyaran—. Efectivamente, arriesgué la empresa cuando subestimé la situación financiera de Pedro Alfonso y le ofrecí una suma desorbitada por sus acciones. Sin embargo, ahora tengo intereses en Alfonso Properties y os digo que no vamos a absorber la empresa. Sin embargo, si negociaremos los contratos.
—Pero si yo tengo los poderes —dijo Joaquín, atónito—. Se me prometieron suficientes votos para echar a Alfonso y comprar la compañía a un precio considerablemente más bajo que el que se ofreció en un principio.
—Siento decirte que tu amigo Bill te ha vendido — afirmó ella—. Cuando llegó el momento, él no estaba dispuesto a ir contra mía sin verse apoyado por una mayoría de los accionistas —añadió. Entonces, levantó un puñado de papeles en la mano—. Yo tengo los poderes con los que tú creías contar, incluso los que Germán Alfonso parecía dispuesto a darte. A pesar del hecho de que Pedro te estaba ayudando, yo he sido capaz de anular tu influencia. Estoy segura de que Pedro no se dio cuenta de que tú pensabas ponerle en su contra su propia estrategia, pero él no te conoce tan bien como yo.
—Que me aspen —dijo Joaquín con voz ronca.
—Ahora, pasemos al voto de no confianza. Ésta era empresa de mi esposo. Él la fundó y la dirigió para convertirla en lo que era. Yo jamás le pedí un puesto de responsabilidad en la empresa. Juan me lo dio y me preparó para llevarlo a cabo. Desde que yo estoy al mando de las operaciones nacionales, los beneficios han subido un diez por ciento todos los años. Además, nuestra imagen mejora diariamente y nuestra clientela es cada vez mayor. Estamos derrotando a la competencia en todos los frentes. Mi cuñado Joaquín  les ha dicho que yo dejé que una venganza se interpusiera en lo que era mejor para nuestra empresa. Es cierto. Soy humana. Los sentimientos son capaces de cegar a una persona y los míos me cegaron a mí. Jamás quise poner en peligro la empresa, pero estuve a punto de hacerlo. Por eso, me disculpo. Ahora, tenéis que decidir si queréis que continúe como vicepresidenta de la rama nacional. Si creen que me merezco una segunda oportunidad, bien. Si no, también bien. No obstante, me gustaría que supierais que los tratos ilegales y las políticas soterradas no tienen nada que ver conmigo —añadió, mirando fríamente a su cuñado—. Si hubiera ido a por tí, Joaquín, me habrías visto venir. Preferí acorralarte pagándote con tu propia moneda. También lo siento.

3 comentarios:

  1. SE ARMO .. JAJAJA muuuy buenooos los Cap Naty

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  2. Wowwwwwwwww, qué geniales los 4 caps. Me encanta esta Paula decidida y avasallante.

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  3. Muy buen capítulo! Que bien Paula! Pero ojalá dejen los negocios de lado y vivan su amor!

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