Una Llamada Inesperada: Capítulo 77

-Agradecería que no le contaras a nadie aquel incidente en Ohio – sonrió con timidez, y ella se preguntó qué había visto alguna vez en él.
-No lo haré -dejó la Ilave en la encimera, luego se marchó y estuvo a punto de tropezar con la bolsa de su teléfono. Lo único que quería era ir a casa, tumbarse en el duro sofá y llorar a gusto.
Cecilia estaba sentada en la silla que hacía juego con el sofá.
--No lo creo. Sencillamente, no me lo creo.
--Créelo – se hallaba tumbada con la mano sobre la frente.
--¿ Y no tienes idea de con quien has hablado?
--Ninguna.
--Vaya, que romántico. Tu vida es tan excitante... ¡Oh! Es como mi situación con el Doctor Baxter...él tampoco sabe quien soy.
--Cecilia, no creo que se parezca en nada.
--Bueno..¿ Quieres averiguar quien es?.
--Claro que sí –giró la cabeza – Podría ser un psicópata con un teléfono que registra el número de quien llama.
--O un soltero guapo.
--Cecilia, estás loca. Probablemente esté casado y tenga hijos ---como su padre.
--¿ Por qué no llamas ahora ?.
--¿ Ahora ?.
--Quizás trabaja por el día y tenga conectado el contestador o conteste otra persona.
--Creo que no quiero volver a llamar jamás a ese número – se mordió el labio.
--Lo haré yo desde el móvil ---ofreció su amiga. Le recitó el número y se sentó cuando Cecilia comenzó a marcarlo --- Suena --- manifestó entusiasmada, luego le pasó el teléfono a Paula.
    Con un nudo en la garganta rezó para que no contestara una esposa o algún hijo. Pero después de la cuarta llamada se activó un contestador con un mensaje genérico. Cortó con un suspiro.
---Quizás debería cerrar el asunto y guardarlo en la carpeta de las malas experiencias. Después de todo, él no me ha devuelto ninguna llamada.
--Pero eso no significa que no vaya a hacerlo. Podría estar ahora mismo fuera, hurgado en tu basura, buscando algún pelo tuyo.
--Oh, eso sí que me hace sentir tan bien.
---¡ Lo tengo! – Cecilia chasqueó los dedos – Un amigo me dice que la policía tiene esos índices telefónicos invertidos....puede buscar un nombre por el número.
--¿Y para que sirve eso?.-- Lo único que tienes que hacer es pedirle un favor a ese oficial grandote amigo tuyo.