miércoles, 22 de abril de 2015

Una Llamada Inesperada: Capítulo 74

¿Es que Tomás se hallaba tan perturbado por iniciar sexo telefónico que iba a fingir que no había tenido lugar?. Además, tenía que haber caído enfermo poco despues de dejar el mensaje. Si había regresado a Birmingham cuando ella lo llamó el miércoles por a noche.-Mensaje...tres...miércoles...diecinueve doce.
-Soy Cecilia. Me preguntaba si habías hablado con Tomás por lo que ya sabes y que te había respondido. Llámame.
El cuatro mensaje era una operación de T&C Telemarketing.
-Mensaje...cinco...jueves...diecisiete....diecinueve.
-Soy Tomás. Esperaba poder hablar contigo. He visto en las noticias que Birmingham sigue bajo la ola de calor, de modo que sin duda tendrás trabajo extra en urgencias. Aún no se cuanto tiempo me quedaré aquí, pero espero volver a tiempo para asistir a la boda de Sofía y Neil. Te llamaré pronto.
A Paula se le desbocó el corazón. Algo iba mal. Tomás no sonaba enfermo. De hecho, daba la impresión de que aún seguía en Columbus... Tragó saliva. Pero eso era imposible... lo había llamado a su casa el miércoles y el jueves por la noche.
-Mire señorita-dijo el empleado-la cola es cada vez mas larga. ¿No podría terminar de oír los mensajes en su casa?
-Cállate. Los mensajes seis y siete eran también telemarketing. El octavo era del departamento de personal del hospital, que le informaba que debería pasar a recoger una actualización de su currículum cuando le fuera posible... sin dusa debido al informe que había presentado el doctor Story en su aventura como veterinaria.
El noveno era del casero, que le indicaba que volvería a arreglar el termostato el lunes.
-Eh, Paula soy Tomás de nuevo. Parece que no podré llegar a la boda. Transmite mis mejores deseos a Sofía y a Neil. Te llamaré cuando regrese, probablemente el domingo por la tarde. Tengo ganas de verte.
Sintió que sudaba y que la respiración se le aceleraba. Los periódicos acumulados en su porche, el césped crecido... de no haber hablado en persona con él, estaría tentada a pensar que aún seguía en Columbus cuando realizó esa llamada. ¿Le estaba gastando una broma?. Se frotó la sien. En ese caso, no era graciosa.
Mensaje...once...viernes...veintidós y dieciseis- Paula soy tu madre. Quería desearte que te diviertas mucho en la boda, querida. Intenta atrapar el ramo, adiós.
Cerró los ojos unos momentos, pensando que no debería contarle a su madre que cuando la novia tiró el ramo ella se hallaba haciendo el amor en un cuarto a oscuras con un hombre que no tenía intención de casarse.
-Mensaje...doce...sábado...ocho cuarenta-soy Tomás otra vez. Sonaba irritado, y Paula se preguntó donde había estado para no atender su llamada. Probablemente en la ducha preparandose para la boda.- Empiezo a preocuparme ya que hace mucho que no hablamos. Espero que todo esté bien.
Con el corazón en un puño, pensó en sus palabras: "hace mucho que no hablamos"
-Eh, señorita-se quejó el joven-dejelo descansar.
-¿Como se repasan los números que ya se han introducido en la memoria?
-Solo puede ver tres por ves-suspiró y apretó unas teclas.
La mirada de ella se posó en el primer número que había programado: 205-55-6252. Estaba equivocado. El de Tomás era 6225. Había marcado un número
 Se llevó la mano a la  boca cuando comprendió las implicaciones "oh dios mío". Se apoyó en el mostrador.
-Eh, señorita, ¿se encuentra bien?
Ella meneó la cabeza aturdida. Había mantenido un sexo telefónico con un desconocido sin nombre ni cara. Pensó que nunca jamás volvería a encontrarse bien.

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