lunes, 20 de abril de 2015

Una Llamada Inesperada: Capítulo 65

Alzó la vista y tragó saliva. Era de un atractivo arrebatador con pantalones negros y una camisa color crema. Llevaba el pelo hacia atrás. Desde donde se hallaba, pudo detectar la fragancia de su colonia. Se le desbocaron los sentidos y quiso arrojarse a sus brazos. Él se acercó y le extendió la mano. Los dedos eran largos y sensuales.

Como a cámara lenta, vio que sus manos se cerraban en un apretón íntimo mientras le permitía ponerla de pie. El beso fue inevitable, y quizá más poderoso por ese motivo. Los labios se juntaron con el ímpetu de dos timbales. Con voracidad, Paula respondió a su intensidad y sus cuerpos se fundieron. Las manos de él le acariciaron la espalda y notó una gran contención cuando le aferró el trasero. Levantó la boca de la suya el tiempo suficiente para llenarle de besos la oreja, el cuello y susurrar su nombre. Deslizó las manos hacia los costados de su torso y jugó con la parte inferior de sus pechos a través del vestido tenue. Ella se apretó contra él y soltó un gemido.

El ladrido súbito de Crash los separó y Paula se quedó boquiabierta al ver a un técnico en la puerta.
-Lo siento -repuso el hombre con timidez-. Llamé tres veces.
-Señor Franks, ¿qué puedo hacer por usted? -preguntó Pedro con cara de pocos amigos.
-Venía a echarle un vistazo a su aire acondicionado... se supone que debe funcionar. Pero puedo regresar más tarde.
-Ya nos íbamos -se apresuró a manifestar Paula  mientras recogía el bolso y el sombrero. Pasó junto al técnico y esperó en el pasillo hasta que apareció Pedro. No se atrevió a mirarlo a los ojos.
-Lo lamento -se disculpó con voz ronca. -También fue culpa mía -aseveró ella, aún aturdida por lo que acababa de suceder- .Los dos nos dejamos llevar.
-Quería decir que lamento que nos interrumpieran.
Experimentó un escalofrío bajo su mirada, pero no ofreció ningún comentario más. Las palabras no eran necesarias con el lenguaje universal de la lujuria animal. Las mejillas le ardían de vergüenza. ¿y el día anterior lo había rechazado y afirmado que estaba comprometida con otro hombre? ¿Qué iba a pensar de ella?
-Paula, dí algo -pidió él mientras bajaban las escaleras.
-Apenas nos conocemos -murmuró-. No está bien esto..
-Dame una oportunidad -se detuvo--. Hablaba en serio cuando decía que quería llegar a conocerte.
-Para mí este no es un buen momento - meneó la cabeza.
-¿Por tu novio? -preguntó con expresión desagradable .
En ese momento, su mejor defensa para no ceder a su apetito sexual era mantener a Pedro Alfonso a raya.

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