miércoles, 22 de abril de 2015

Una Llamada Inesperada: Capítulo 76

-¿Sucede algo? -preguntó él-. Pareces... preocupada. .
 -Tomás, tenemos que hablar.
-¿Esa es la boda de Sofía y Neil? -soltó él, distraído por el periódico del domingo que se había abierto en el mostrador donde ella lo había dejado.. .Policía Local Salva Boda. Una foto mostraba al oficial Pedro Alfonso con una silla sobre la barandilla, y otra esposando al loco. Paula suspiró. ¿Es que todo le iba a recordar a Pedro?
-Sí -repuso Hubo una ligera conmoción, pero la situación terminó bien. Hmm, tu amigo Pedro Alfonso lo arregló.
-¿Mi amigo? -su rostro apacible mostró desconcierto.
-El oficial Pedro Alfonso. Ya sabes, el policía que va a tu gimnasio. Me he... hmmm... encontrado con él varias veces en los últimos días.
-Tienes la cara roja -la miró detenidamente-. ¿Tiene algo que ver con el policía?
-Paula --ella alzó la vista ante el tono que utilizó, aturdida por que su expresión fuera una mezcla de furia y pánico--. No me gusta que nadie hurgue en mi pasado -musitó.
-Pero yo no... -sacudió la cabeza boquiabierta.
-No conozco a nadie llamado Pedro Alfonso bajo ningún concepto conozco a policías de la ciudad.
-Pero él dijo...
-Cometí un error -reconoció Tomás, golpe- ando la encimera con el puño y sobresaltándola-. Y cumplí condena.
Paula  retrocedió un paso, conmocionada por el cambio en su humor y el giro dado por la conversación.
-¿Por qué no me lo contaste? -preguntó con toda la calma que pudo.
-Porque mi pasado no es asunto tuyo --espetó-. Fue un desagradable cargo de malversación de fondos... unos miles de dólares para pagar algunas deudas. ¿A tí  qué te importa?
Se sentía como una tonta. Tomás no tenía intención de acercarse a ella y en lo más hondo de su corazón siempre lo había. Ella había perpetuado la relación porque era segura, porque no le exigía que se abriera ni fuera vulnerable a cambio. Pensaba que Tomás era el tipo de hombre que podría proporcionar un hogar estable para una familia, alguien que...¿calmara sus necesidades?
-Tienes razón –murmuró – no es asunto mío. Me marcho.
-Paula, espera –pidió con expresión contrita.- Lamento haber reaccionado de esa manera -suspiró. Lo que pasa es que la relación no funciona, ¿lo sabes?
 -Lo sé -asintió.
-Pero eres una persona tan agradable....
-Gracias, Tomás. Yo pienso eso mismo de tí.

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