jueves, 9 de abril de 2015

Una Llamada Inesperada: Capítulo 18

-¿Para cerciorarse de que me largo? -inquirió con ironía.
-Algo parecido. Mientras él reía de buen humor, Paula recogió una mochila de piel detrás del mostrador y le dijo a la recepcionista que se marchaba, al tiempo que ordenaba una inmediata desinfección de la habitación tres. Al reunirse con él, Pedro quedó abrumado por el impulso de conocerla, de averiguar si salía con alguien. Se reprendió mentalmente. Desde luego que una mujer tan hermosa ya estaría comprometida, quizá casada, y probablemente con un médico que ganaba diez veces más que un policía. Bajo miradas de curiosidad ante los gemidos del perro, su cómplice mantuvo los ojos apartados y siguió andando.
-¡Paula! Al oír el nombre que había estado en su mente todo el día, Pedro se detuvo en seco. La mujer a su lado titubeó y luego continuó la marcha.
-¡Paula! -repitió alguien. Pedro se volvió y vió a una mujer rolliza caminar hacia ellos. La enfermera bonita también dió media vuelta.
Pedro intentó asimilar la información. ¿Esa mujer se llamaba Paula? Jamás había conocido a nadie con ese nombre. ¿Qué posibilidades había de que conociera a dos mujeres llamadas Paula en menos de veinticuatro horas. Se concentró en su voz y trató de cotejarla con la que no dejaba de sonar en su cerebro. Era posible, pero muy improbable.

No obstante, su cabeza buscó una pregunta lógica que pudiera ayudarlo a decidir si esa mujer de aspecto fabuloso era la misma... No, no podía ser.
-Lárguese -siseó ella por la comisura de los labios.
Pero sus pies se negaron a moverse.
-Paula -jadeó la otra, deteniéndose delante de ellos. Luego clavó la vista en la manta-. ¿Eso es un perro?
-Melanie, ¿necesitabas algo? -preguntó la enfermera Chaves mientras lo miraba con el ceño fruncido e indicaba la salida con la cabeza.
La otra mujer ladeó la cabeza con expresión curiosa, luego le pasó a su compañera una nota amarilla.
-Casi olvido darte este mensaje. Tomás  llamó para comunicarte que inesperadamente tenía que salir de la ciudad.
Pedro tragó saliva y estuvo apunto de dejar caer a su paciente. «¿Tomás?. Tenía la lengua pastosa. Pedro la observó mientras leía la nota. ¿Esa espléndida mujer era la misma criatura de voz sedosa que lo había despertado la noche anterior? Le hormigueó la piel.
-Gracias, Melanie -repuso con voz seca, luego atravesó la puerta, enfrascada en sus pensamientos.
Pero Pedro no estaba dispuesto a dejar que la enfermera Paula Chaves saliera de su vida. La siguió con el perro en brazos.
-¡Espere! Ella se volvió pero pareció menos que entusiasmada de verlo ahí.

4 comentarios:

  1. Me gustaron los caps! Que lindo que se conocieran aunque Pau no sepa que en realidad Pedro la había atendido por teléfono

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  2. Muy buenos capítulos! Pedro se dio cuenta de que ella es Paula!!! q bueno!

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  3. Ayyyyyy !! que bueno Pedro ya la encontro.. ahora no la va a largar jejejejejej !! ese es mi pollo ! la novela esta genial Naty :)))

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  4. Wowwwwwwwwww, qué lindos caps Naty!!!!!!!!

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