miércoles, 15 de abril de 2015

Una Llamada Inesperada: Capítulo 46

-Veo muchas situaciones domésticas en mi trabajo-continuó él- estoy seguro de que tú también- ella asintió sin dejar de comer- Hacen que te preguntes como es que la gente se une.Quiero decir, de todas las personas  que hay en el mundo, ¿como se supone que sabes cuando has conocido a la correcta para tí?
-Simplemente...-se humedeció los labios- lo sabes, supongo.
-Entonces, ¿ Tomás es la persona adecuada para tí?
Las palabras flotaron entre ellos. Su primer impulso fue decirle que no era asunto suyo. Pedro parecía tan serio y al mismo tiempo tan sincero y amigable. Como si... le preocupara...
Creo que sí- aún tenía muy  frescas en la mente las intimidades que había compartido con Tomás. Si no era la persona adecuada, ¿en que la convertía eso a ella...?
Pedro emitió una risa suave...-La historia de mi vida... Llego un día tarde con un dolar de menos en el bolsillo- dió otro mordisco al perrito caliente, como si no estuvieran hablando de...
¿De que estaban hablando?
Ese hombre, ese desconocido, le hacía perder el equilibrio, hacía que sintiera como si sus pensamientos y creencias estuvieron abiertos a negociación. Tenía una personalidad tan encantadora y magnética, tan fuerte como su cuerpo musculoso. Le recordaba a alguien...
 Su memoria viajó hacia atrás hasta... se quedó paralizada cuando logró encajarlo. A su padre. Atractivo, con una sonrisa arrebatadora. Tan fácil de querer, de perdonarle sus defectos. Su dormitorio había estado junto al de sus padres, de forma que había escuchado sus discusiones nocturnas por las infrecuentes pero dolorosas infidelidades de é. Su madre lloraba y se quedaba retraída durante días, pero él llevaba regalos y al cabo conseguía sacarle una sonrisa mientras le susurraba dulces al oído y le besaba el cuello.
-Tengo que irme-se puso de pie- ¿ya?
-Sí. Gracias por convencer a tus compañeros de que fueran a donar sangre. Muchos se han comprometido a hacerlo con asiduidad.
-Es estupendo.Pero esperaba que tuvieramos mas tiempo para charlar hoy.
Paula se limpió las migas de la falda y le dió el último bocado a Crash.
-Lo siento. Aún debo ir a compara el regalo de boda para mañana- con celeridad, extrajo la cámara del estuche y le sacó un par de fotos a Crash desde distintos ángulos- te las enviaré por correo-dijo mientras volvía a guardarla.
-¿No ibas a tomar algunas fotos del parque?
-He cambiado de idea. Gracias por el perrito.
-¿Que te parece si cenamos juntos?-preguntó, levantandose-Paula, me gustaría conocerte mejor.
Ella sintió un nudo en la garganta. Pedro Alfonso era demasiado abrumador, demasiado...poderoso. Tomás y ella eran parecidos y en ese momento compartían un vínculo sensual.

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