martes, 21 de abril de 2015

Una Llamada Inesperada: Capítulo 71

Tampoco podrían hacerlo,  ya que el picaporte se había salido. Iban a tener que golpear la puerta hasta que apareciera alguien. Se pasó la mano por la frente. ¿Y como iban a explicar que habían entrado en un almacén a oscuras? cerró los ojos y se arrodilló para buscar su ropa interior, tratando de taparse y dandose cuenta de lo ridícula que parecía su modestia en ese momento. ¿Que pensaría ella? La dominó el remordimiento. ¿Que pensaría ella  de una mujer que tenía sexo en un cuarto con un hombre al que solo hacía unos días que conocía?.
No gran cosa-toma-dijo él con suavidad y le alargó un objeto blanco en la oscuridad. El sujetador.
Paula se dió la vuelta para ponerselo pero él se situó a su espalda.
-Déjame-le abrochó el complicado broche.
Despues de agradecerle, se abotonó el vestido con rapidez.
-Aquí tienes-le extendió el otro artículo blanco.
Las braguitas. Podría ponerselas sola. Oyó una cremallera y supuso que él tambien estaba vistiendose. De pronto su mente formuló una pregunta: ?Cuantas aventuras como esa había tenido su padre? La gratificación y la culpa batallaron en su interior. Tardaría mucho en olvidar la felicidad física que había compartido con Pedro Alfonso, pero ¿que clase de mundo sería ese si todos se dedicaran a hacer lo que les hacía sentir bien? El sexo sin amor era...vacío. Decepcionante, e inevitablemente destructivo.
¿Era demasiado tarde para empezar otra vez con Tomás? al menos podrían cimentar su relación sobre la amistad en vez de la lujuria animal. Miró alrededor en busca de una manera diplomática de separarse de la tentación que representaba Pedro Alfonso... y su propia debilidad.
Pedro había esperado que el notable acto sexual marcara un punto de inflexión en su recién estrenada...asociación, pero a los pocos segundos notó que Paula parecía alejarse de nuevo.
Carraspeó, deseando que las palabras salvaran algo de la situación. Despues de todo, Paula desconocía la otra faceta de su "relación".
-Paula, sé que lo que acaba de suceder ha sido espontáneo, pero he de reconocer que he pensado en ello desde la primera vez que te ví. Cuando solo recibió silencio, rió-de hecho, no he sido capaz de sacarte de mi mente-tragó saliva. Quería decirte...
-Pedro, para no. No...no sé que me pasó. Sé que no lo crees, pero jamás he hecho algo así en mi vida. El suspiro que soltó no resultó esperanzador.
-Creo que seía mejor que no volvieramos a vernos.

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