viernes, 12 de junio de 2015

Actitud Incorrecta: Capítulo 60

Pedro voló pasillo abajo seguido por Paula, mientras el hombre de las instalaciones que gritaba:
-¡Eh, no puede entrar ahí!
Abrió la puerta del vestuario. Las luces estaban encendidas y entraron. Una mujer desnuda se cubrió con una toalla gritó.
Paula miró en derredor, pero no había rastro de un hombre. La única señal de ataque era el bote de aerosol que había en el suelo.
Juro que lo dejé ahí mismo -señaló el banco vacío.
La mujer había retrocedido detrás de las taquillas, pero seguía chillando.
El empleado entró seguido de una masa de músculos. El segundo tipo daba la impresión de que podía hacer una serie de press de banca con su propio peso. Los dos agarraron a Pedro y lo arrastraron hacia la puerta.
-¡Han atacado a la señorita! -gritó Pedro-. ¡Van a dejar que el canalla se largue!
-Los únicos que se van a largar de aquí son ustedes dos -afirmó el primer empleado mientras llevaban a un forcejeante Pedro  hacia la entrada de las instalaciones. Lo empujaron al exterior, seguido de Paula-. ¡Y no vuelvan o llamaré a la poli!
-¿Te encuentras bien? -le preguntó, ayudándola a sentarse en un banco a la sombra.
Paula  asintió. No tenía buen aspecto. Parecía aturdida y asustada. Se sentó junto a ella y la pegó a su costado. Durante un momento, fue suya. Apoyó la mejilla sobre el cabello y le acarició la espalda. Cuando ella suspiró y alzó unos brazos trémulos para rodearle el cuello, algo en su interior se fundió.
Si le hubiera pasado algo...
Encontró su boca y la besó con suavidad, para tranquilizarla. Ella le devolvió el beso con ardor, como si la conexión pudiera consolarla. Cuando le acarició el cabello y el cuello, Paula suspiró y se echó para atrás. Estaba tan hermosa... Con el rostro fresco, el pelo otra vez brillante, era tan adorable como un ángel.
-¿Qué pasó ahí dentro? -preguntó.
-El vestuario se quedó a oscuras y cuando traté de llegar a tientas hasta la salida, un hombre me sujetó y me lanzó la espalda contra la pared. In... intentó estrangularme.
Llevó la mano al cuello. Con el ceño fruncido, Pedro vio el comienzo de unos hematomas y dijo:
-Quizá nosotros deberíamos llamar a la policía.
-¡No! Nada de policía. Los empleados de la instalación del parque creen que nosotros somos los alborotadores. Podríamos terminar incluso en la cárcel -movió la cabeza-. No entiendo cómo escapó.
-Probablemente a través de la zona de la piscina.
No quiso insistir en lo de la policía porque, aparte de creer que no serviría de mucho, acababan de establecer una especie de convenio, y no quería hacer nada para molestarla.
Tampoco quería plasmar en palabras las especulaciones que pasaban por su cabeza. No quería volver a preguntarle por los secretos de su padre. No era necesario darle un susto de muerte.
Pero ¿cómo no intentar protegerla?
-¿Pudiste verlo?

4 comentarios:

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  2. Noooo podes dejarlo ahí!!!!.. es su papá quien mando a matarla???!!!! ...necesito más caps urgentee! Bsoos @GraciasxTodoPYP

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  3. Ay! no! quién quiere matar a Pau! Y ahora? Muy buenos capítulos!

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  4. Por dios q no hable mas con el padre , es él quien la mando a matat !! Desgraciado

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