lunes, 11 de julio de 2016

La Usurpadora: Capítulo 63

Él mismo abrió la puerta.

—Prisci me llamó —reveló.

Paula suspiró, disgustada.

—Sé que es mi hermana y la amo, pero es una entremetida.

—Sólo me dijo que te esperara, Pau, nada más.

—Ah —se mordió el labio inferior, nerviosa—. ¿Puedo pasar?

—Por supuesto, aunque si lo haces… —añadió apasionado—, dudo que te deje salir de nuevo.

Así que Priscilla tenía razón. Paula se quedó mirando con firmeza los ojos de Pedro.

—No quiero que lo hagas, no quiero volver a dejarte —dijo la joven.

—¡Dios, cómo te amo!

Ella cayó en sus brazos.

—Yo también te amo —y sus últimas dudas se disiparon. Él le besó los labios, el rostro, el cuello…

—¿Te contó todo Prisci?

—Todo. Lamento haber dudado de tí.

—Fue culpa mía por no decirte la verdad. Quise hacerlo, pero no podía romper una confidencia así, ni siquiera por la mujer que amo. Tú eres esa mujer, Pau.

Parecía un hombre sediento en un desierto, devorándola con su amor y su pasión. La llevó al sofá, se tendieron en él murmurándose palabras de amor entre caricias; durante horas como si fueran minutos, perdido uno en el otro, tratando de convencerse de su amor.

—La primera vez que te ví, supe que eras la mujer más hermosa que había conocido —dijo de pronto.

—¡Creíste que era Prisci!

—No pensé eso. Me excitaba con sólo mirarte, y eso jamás sucedió con Prisci.

—Ella me asegura que sólo son amigos —lo provocó Paula.

—Lo somos. Prisci siempre ha sido como mi hermana menor, tú fuiste otra cosa, desde el principio. Me excitó el solo hecho de verte.

—¡Pepe!

—Pero así es. Quiero amarte, querida —le acarició la curva de los senos.

—Sí.

—Eso lo dijiste ya, de la misma manera.

—Y tú me rechazaste —recordó con dolor.

—¡Debido a tu inocencia! Estaba atado a Prisci, por lealtad no por otra cosa, y sería injusto engañarte siendo que no me podía casar contigo.

—¿Desde entonces querías casarte conmigo?

—Quise y quiero. ¿Te casarás conmigo, Pau?

—¡Sí! Sí al matrimonio y sí al…

Él le puso los dedos sobre los labios.

—Puedo esperar hasta después de la boda.

—Pues yo no —lo miró con amor—. Quiero quedarme esta noche contigo, Pepe. Mañana y todas las demás noches.

—Esta noche tal vez lo logres, y luego esperaremos hasta después de la boda. De no ser así, quizá tu padre me fusile.

Paula lo abrazó con fuerza.

—Me da mucho gusto haber venido a Inglaterra, haber encontrado a mi padre, a Prisci a tí. Te amo, Pepe.

—Y yo también te amo —la alzó y se dirigió hacia la habitación donde pasarían la primera noche de una vida juntos.




FIN

4 comentarios:

  1. Muy buen final! Nos dejó con la intriga hasta lo último! Gracias por compartirla

    ResponderEliminar
  2. Qué buen final!!!!!!!!!!! Me encantó esta historia!!

    ResponderEliminar
  3. Que linda novela!! Me gustó que hasta el final hubo suspenso en el desenlace

    ResponderEliminar
  4. Que linda novela!! Me gustó que hasta el final hubo suspenso en el desenlace

    ResponderEliminar