lunes, 11 de julio de 2016

La Usurpadora: Capítulo 57

Se oyó un llamado a la puerta antes que entrara Pedro.

—Prisci, el doctor está aquí —frunció el ceño cuando ambas le sonrieron—. ¿Qué sucedió?

Paula se levantó.

—Los dejaré solos —se dirigió a la puerta—. Yo… pues… le diré al doctor que entre en un momento —cerró la puerta con prisa y bajó corriendo por la escalera.

Cuando Pedro bajó unos minutos más tarde, estaba aturdido.

—¿Cómo lo hiciste? —preguntó en voz baja a Paula.

—Le señalé el hermoso futuro que tenía como tu esposa —bajó la vista y se mordió el labio inferior—, como madre de tus hijos.

—Por supuesto que eso fue —dijo excitado su padre—. Debimos haber pensado en eso antes, Pedro, debimos hablar del futuro en vez del presente. Pero no importa cómo sucedió, me da gusto que por fin haya aceptado —abrazó a Paula.

— No sé cómo agradecértelo.

—No quiero ni necesito que me den las gracias. Sólo espero que el doctor Forrester pueda operar antes que Prisci tenga tiempo de arrepentirse.

—¿Crees que pueda hacerlo? —preguntó Pedro, con el ceño fruncido.

—No si sigo recordándole su futuro como tu esposa.

—Paula…

—Creo que viene el doctor Forrester —interrumpió con vivacidad y se volvió hacia la puerta. ¿Por qué Pedro no podía dejarla en paz?



—¿Y eso la hizo cambiar de opinión?

—Sí —echó la cabeza hacia atrás.

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