lunes, 2 de noviembre de 2015

Dulces Sueños: Capítulo 75

-Si, bueno, la verdad eran las dos igualitas y no sabíamos quien se llamaba Roció o Laura, así que cuando se fue una le dejamos a Rocío jaja. – se rió para que Pau no se quedara tan seria como estaba.
-Mira, si esa niña llegó acá con mi manta que yo misma hice, estoy segura que si es mi niña, que tuve dos y no una… - respiró hondo. – Lo que de verdad me da rabia es que todo ese tiempo viví dentro del engaño, mis papás me engañaron, principalmente mi padre, y tuvo valor de llevarme a una nena diciendo que era mi hija.
-Dios mío, te engaño llevando a otra chica, la verdad que para mi eso no es un padre, perdón, pero es verdad, un padre no hace a un hijo sufrir, pero bueno, su venganza está estará por venir mi niña. – le abrazó y volvieron a caminar hasta la galería.
Era la ultima puerta del pasillo, la madre pidió para Paula entrar en una de las salas vacía ahí cerca que la llevaría a la nena, pero volvió solita, respirando hondo y maneando la cabeza, luego se acercó a Paula y empezó a reír.
-Me estoy quedando vieja nena, jajaja, volvemos al patio, porque esta en recreo la nena. – Pau solamente le sonrió y volvieron para el patio.
Ella se detuvo viendo todos los niños jugando al medio del patio, unos comiendo hamburguesas y otros acostado en la hierva conversando, le emocionó viendo tantos nenes, la madre superiora habló con una de las hermanas y les pidió para llamar a la nena, a Rocío.
-Ya te la van a traer. – Paula no la escuchó, solamente miraba a una nena donde estaba lejos solita, con una sonrisa agradable, y empezó a caminar hacia ella. - ¿Adonde vas? La hermana Gertrudis fue buscarla…
Cuando Paula vio a la hermana acercando a la nena, sabía perfectamente que era ella, era obvio, todo ese tiempo su corazón estaba más que cierto, empezó a correr hacia la nena, era increíble como cada vez más cerca se parecía a Jessica, no podía ser… sus ojos estaban viendo a su nenita, a su Jessica ¿Cómo podían ser tan iguales?
-Mi amor. – dijo Pau cuando se acercó a ella abrazándola y arrodillando al suelo para estar a su altura. – Mi vida… mi chiquita linda. – su corazón decía que era su hija, y no cabía dudas, era si su nena y la hermana de Jessica, las lágrimas de felicidad salían de sus ojos, eran dulces y no amargas como las que habían soltado todos esos años sin su pequeñita. – Como quería conocerte, no sabes las ganas que tuve de tenerte a mi lado, de tenerte mi niña.
La nena no sabia que pasaba, pero se dejo llevar por el cariño y los besos de Pau, llevando sus manitas atrás del cuello de ella y abrazándola fuerte así como hacia. No decía nada, pero Paula podía sentir lo dulce que era su chiquita.
-Perdóname mi vida por estar tan lejos de tí siempre, por no haberte buscando antes, perdóname por no ser la mamá que soñaste. – la nena la dejo de abrazar y la miro bien a los ojos respirando hondo.
-Nena… - la voz de la madre superiora hizo que Pau mirara hacia atras. - Las llevo a mi despacho para que puedes estar con ella un momentito ¿Si? – Pau asintió y se levanto, luego miró a  la nena y la cargó.
En todo camino hasta el despacho de la madre Paula hablaba con la nena en sus brazos, la nena solamente le sonreía, ahí estaba su Rocío, la nena que siempre quiso tener a su lado, vaya sorpresa seria para Pepe y las nenas saber que tenían una hermanita y más Jessica que tenía una melliza, eran realmente muy parecidas.
-¿Te gustaría una familia mi chiquita? – mientras le preguntaba los ojos de Pau cristalizaban, era encantador estar con su niña, y saber que todo ese tiempo estaba viviendo con una de ellas.
-Si. – por primera vez escuchó su vocecita, linda como la de Jessica. – Una mamá bella como tú. – el corazón de Pau casi le salió por la boca al escuchar la nena.
-Que bueno mi vida, porque yo soy tu mamá, tu mamá. – la nena le sonrió y la abrazó, todos los niños que allí vivían soñaban en tener una familia, en tener una madre que cantara y contara cuentos para dormir. – Eres linda mi amor.
-Tu también. - Las pocas palabras que le decían le llegaban en los más profundo del corazón. - ¿Tengo papá?

No hay comentarios:

Publicar un comentario