miércoles, 20 de abril de 2016

Inesperado Amor: Capítulo 55

—He de decirte algo, tu defensa de los principios te va a dar problemas de tensión.

—¡Mira quien habla! Tú no tienes aficiones y eso sí que va a darte problemas de tensión.

Pedro bebió un poco de café.

—He estado pensando en ello y en realidad sí que tengo una afición.

Ella lo miró sorprendida.

—¿Y cuál es?

—La medicina.

—Eso no es una afición, es tu profesión —Paula se dijo a sí misma que la medicina parecía ser toda su vida, no parecía tener tiempo para tener una relación con una mujer.

Pedro se puso serio de repente, sus miedos habían vuelto a aparecer.

—Tal vez la medicina deje de ser tanto profesión como afición.

Paula frunció el ceño al ver la preocupación de Pedro y agarró su mano de una forma instintiva.

Al notar la mano de Paula, él sintió como si todo su cuerpo se despertara de repente.

—Ojalá hubiera algo que pudiera decirte para tranquilizarte.

—Las palabras no pueden cambiar las cosas —dijo él, mientras pensaba que las acciones, sin embargo, sí podían hacerle olvidar sus preocupaciones.

Por ejemplo hacer el amor con ella, aquello le haría olvidar todos sus miedos.

Paula suspiró.

—Tienes razón, no hay nada que puedas hacer excepto esperar ¿Qué dice el doctor? ¿Qué probabilidad hay de que te recuperes?

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