miércoles, 17 de agosto de 2016

Juntos A La Par: Capítulo 54

Pedro avanzó un paso hacia ella y la tomó de un codo diciéndole:

—Déjame decirte lo que siento. Decidí esperarte anoche, porque tuve la sensación de que estabas dispuesta a aceptar casarte conmigo y no quería esperar hasta la mañana para que habláramos. Creí que no te tardarías. Subí a Mati a la cama y trabajé hasta la medianoche. Después dieron la una y las dos de la mañana. Como a las tres, comencé a pensar que habrían tenido un accidente, como no podía dejar al niño solo, llamé por teléfono al hospital y a la policía, pero no habían sabido de ningún accidente. Solo entonces me dí cuenta deque te habías quedado a dormir con Fernando. Y aún así no quería creerlo. Pau, yo confiaba en tí, créemelo.

—Yo no me acosté con Fernando la otra noche, sé que tú me creíste, ¿Por qué no puedes hacerlo ahora? Nada ha cambiado. Soy la misma persona.

—Creí conocerte, pero después de lo de anoche, encuentro que no.

Esperaba verlo furioso, gritando y maldiciendo acusaciones en su contra; en vez de eso, se encontró con esta frialdad desconcertante. Casi hubiera preferido la violencia. Tal vez así hubiera sido más fácil luchar…

—Te creí inocente. Y aunque no lo seas, Pau, lo que más me desconcierta es esto. Cómo fue posible que aceptaras acostarte con él, después de lo que te hizo. ¿Acaso no tienes ningún orgullo?

Paula no pudo articular palabra. Él continuó.

—La conclusión a que he llegado, es que  la Paula Chaves de las revistas  aún existe, es más, Pau fue sólo una ilusión de quien yo me enamoré.

—¿Qué es lo que dijiste? —preguntó asombrada.

—Que estaba enamorado de tí. Creí que tú lo sabías.

—Tú nunca lo mencionaste…

—¿Acaso no recuerdas aquel día en la casita del faro? Yo te amaba desde entonces. Pero claro, ¿Qué puede importar eso ahora? Si no fuera por mi hijo, me iría ahora mismo de aquí, pero él existe… y te ama. Te quiere con todo su corazón y su inocencia. Y no sé qué es lo que voy a poder decirle…

—¿Qué es lo que quiere Alicia? —preguntó turbada.

—¡Maldición! Lo había olvidado. Traeré a Mati y nos iremos.

—Pero, ¿Qué es lo que quiere ella?

—Aparentemente, verte, Roberto dice que ella está casi aliviada. Espera aquí, voy por Mati —y se encaminó de prisa hacia la colina.

Paula se sentía como en medio de una pesadilla.

4 comentarios:

  1. Pero qué desgraciado ese Fernando. Ojalá Pedro le crea y pronto.

    ResponderEliminar
  2. Muy buenos capítulos!!! Es para matarlo a ese tipo! Ojalá Pedro no se deje llevar por sus trampas!

    ResponderEliminar