miércoles, 17 de agosto de 2016

Juntos A La Par: Capítulo 50

Pero su alivio no duró mucho tiempo, al darse cuenta de que en lugar de dirigirse a Chaves, él tomaba otro camino distinto.

—Vamos en dirección opuesta. ¡Fernando quiero ir a mi casa! —gritó desesperada la chica—. Este no es el camino, ni para mi casa ni para tu hotel.

—No te voy a llevar al hotel.

—Y entonces, ¿A dónde vamos?

—Ya lo verás.

—Fer, esto es ridículo. Por favor, llévame a casa.

—Volverás a tu casa, mañana en la mañana.

—¿Qué es lo que estás diciendo?

—Bien, Paula, me has dicho que no te casas conmigo porque piensas hacerlo con Pedro Alfonso. Veremos si aún desea casarse contigo después de saber que has pasado una noche entera conmigo.

Paula sintió furia y pánico a la vez.

—Si pretendes hacer una broma, te advierto que no me causa ninguna gracia.

—No es ninguna broma, querida. Tú sabes que siempre he sido un mal perdedor. Y ya que no puedo tenerte, trataré de que él tampoco te quiera.


—No me extraña que tú y mi padre se lleven tan bien; los dos se quedaron estacionados en el siglo diecinueve… pero, no creas que esta vez te vas a salir con la tuya, Fernando.

—¿Con qué? —la acción había devuelto a Fernando su ansiada seguridad y ahora hasta parecía que la situación le divertía—. No te preocupes, no pienso secuestrarte, tú sabes que a mí no me gusta la violencia. Sólo quiero que aparezcas en Chaves mañana por la mañana, eso es todo. Deseo que tu amigo Pedro nos vea llegar y piense lo peor.

Paula sintió que el corazón se le hundía en el pecho pues sabía que era muy posible que Pedro pensara que había pasado la noche acostada con Fernando. Y recordando el trabajo que le costó convencerlo de que unas noches antes no se había quedado con ella en su cabaña, se dió cuenta de que Pedro se pondría furioso y con toda razón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario