viernes, 12 de febrero de 2016

Necesito Tu Amor: Capítulo 1

Sus labios se dirigían hacia los de ella. ¿Se encontrarían por fin? Nunca antes había ocurrido a pesar de que ella lo deseaba profundamente. Él inclinó la cabeza ligeramente y su corazón se aceleró. Oh, sí... esta vez sí.

Pero cuando ella se preparaba para el deseado encuentro, él empezó a alejarse. Su imagen se disolvió por completo cuando el discordante sonido del teléfono la obligó a salir de su ensoñación.

Paula Chaves tomó el teléfono inalámbrico aún algo perdida en el mundo de los sueños, un mundo en el que Pedro Alfonso no estaba prometido con la famosa modelo Giuliana Fabrizio.

Con voz somnolienta respondió al teléfono:

-¿Sí?

-Paula, ha ocurrido algo terrible.

La voz de Federico Alfonso le hizo abrir los ojos de golpe.

-¿Algo terrible? -preguntó ella, sentándose de un salto y encendiendo la luz casi a la vez.

- ¿Cómo te lo digo? -dudó mientras ella esperaba la terrible noticia que ya presentía—. Es Pedro. Está en coma.

-¿Dónde está? -preguntó ella, saltando de la cama con los ojos encendidos por el terror.

Ni siquiera preguntó qué había pasado, ya se enteraría de eso más adelante. Necesitaba saber dónde estaba Pedro y llegar allí cuanto antes, así que empezó a quitarse el pijama.

-Está en un hospital en Nueva York.

¿En Nueva York? Ni siquiera sabía que Pedro estuviera en Estados Unidos, pero la verdad era que había evitado tener contacto con él desde que había anunciado su compromiso con Giuliana dos meses antes.

Con un pie aún enredado en el pantalón del pijama, Paula consiguió llegar hasta la mesa y encontrar lápiz y papel.

-¿En qué hospital? -tomó nota-. Estaré allí en cuanto pueda.

Colgó el teléfono antes de que Federico pudiera decir una palabra más, pero lo entendería.

Él había pensado en llamarla aunque era noche cerrada, mientras que sus padres hubieran esperado innecesariamente por educación hasta la mañana siguiente. El hermano de Pedro sabía que ella amaba a Pedro Alfonso desde que tenía quince años.

Habían sido ocho años de sentimientos ocultos y no correspondidos y el reciente compromiso con otra mujer que no había logrado acabar con su amor.

Recorrió el apartamento a toda velocidad, juntando las pocas cosas que necesitaba para el viaje a Nueva York en una bolsa de viaje. Pensó en tomar un avión. En coche se tardaba dos horas y media, pero tardaría aún más si tenía que ir hasta el aeropuerto, reservar un vuelo y después volar hasta Nueva York. Además ella no podía hacer lo que los Alfonso... no podía soñar con las atenciones de primera clase, ni subirse al próximo avión a no ser que hubiera sitios libres en clase turista.

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