domingo, 29 de mayo de 2016

Volver A Amar: Capítulo 49

Paula no esperaba una pregunta tan confidencial.

—Yo… Me gusta —replicó aturdida.

Lau asintió, mirándola con dureza.

—Comprendo, a cualquier mujer le gustaría serlo. Es un poco diferente de ser la mujer de Antonio, ¿verdad? —preguntó con un gesto horrible en la boca.

—Eh… sí —Paula tragó saliva.

Los ojos de Lau se volvieron como de piedra.

—No lloraste mucho tiempo a Antonio.

—Yo…

—Pero, en realidad, nunca lo amaste, ¿verdad? —preguntó Lau con voz ronca.

Paula  movió la cabeza.

—Eso no es verdad…

—¡No mientas! —estalló Lau—. No lo amabas, pero yo sí —sus ojos brillaron con odio al mirar a Paula—. Yo lo amaba y hubiera sido mucho mejor esposa que tú. Y ahora está muerto.

—María Laura…

—¡No me toques! —le escupió las palabras, sacudiéndose la mano de Paula.

Paula bajó los ojos, sin saber qué hacer ni qué decirle a aquella mujer. Lau había amado intensamente a Antonio y nada podía decir a eso.

Lau se puso de pie, lívida.

—Sé que era débil —dijo—, que tenía sus defectos… ¡pero yo lo amaba! —miró a Paula con expresión venenosa—. Tú no lo querías, lo único que querías era un padre para tu hija. Ni siquiera dormías con el, llevabas años sin hacerlo.

Paula palideció. ¿Cómo había sido Antonio capaz de comentar detalles tan personales de su vida con aquella mujer? Bueno, Antonio debió disfrutar en extremo al contar los detalles de su vida sexual.

Lau la miró con creciente desprecio.

—Y Pedro no parece estar logrando contigo más que Antonio —la insultó.

Paula palideció aún más. ¿Era posible que Pedro hubiera?… No, no podía creer eso de él.

Lau miró satisfecha el rostro pálido de Paula.

—No tienes la más mínima oportunidad de retener a Pedro, si no lo complaces en la cama —se burló—. Es un hombre muy físico, uno de esos que se preocupa porque una disfrute también. Y tú no disfrutas, ¿no es así, Paula? —se mofó.

—Por favor…

—¡Por favor! —repitió la otra, histérica—. ¿Puedes devolverme a Antonio? No, ¡claro que no! —estaba corno loca—. ¿Por qué te iba a dejar yo a Pedro? —la increpó.

Paula tragó saliva y la miró aterrada.

—¿Qué quieres decir? —balbuceó.

Lau la miraba con odio.

—Pedro volverá a ser mío, así de rápido —chasqueó dos dedos con sarcasmo.

Paula permaneció inmóvil, no entendía por qué no se levantaba y se marchaba, por qué seguía allí oyendo todos esos insultos.

—Y bien, ¿no tienes nada qué decir? —insistió Lau.

Paula se irguió, firme y decidida.

—No te creo —dijo con claridad.

Lau torció la boca en un gesto burlón.

—¿No? ¡Qué pena! Con una sola palabra, yo…

—Entonces, ¿por qué no la dices? —la retó Paula con más confianza de la que en realidad sentía.

—Porque aún no estoy lista —repuso Lau con calma—. Pero cuando lo esté, lo sabrás.

—¿Me lo dirás tú? —preguntó Paula con desprecio.

Lau sonrió.

—No hará falta. Llegará la noche en que sabrás que es mío, ¡cuando sabrás que tu cuerpo frígido y absurdo ya no lo atrae!
Paula no tenía idea de lo que pudo seguir diciéndole aquella mujer pues en ese momento se abrió la puerta de la oficina y salió Pedro acompañado de otro hombre. Pedro fijó la mirada un momento en las dos mujeres, antes de volver su atención a su acompañante.

—Diré a mi abogado que revise el contrato y volveremos sobre ello la próxima semana —estrechó la mano del hombre.

—Adiós, Pedro —se despidió el otro lanzando una breve mirada hacia las dos mujeres antes de salir.

—¡Querida! —Pedro fue hasta Paula y la besó en la boca con suavidad, frunciendo el ceño ante su falta de respuesta. Se volvió a Lau, una Lisa ya recuperada del todo—. Debiste decirme que mi esposa estaba aquí —le dijo.

Paula apenas podía controlar sus nervios ante la insolente mirada de aquella mujer.

—Yo… acabo de llegar —la excusó.

—Aun así…

—Debemos irnos, Pedro —le recordó su mujer, ignorando la expresión triunfal de Lau.

No necesitaba una explicación a aquella mirada. Si estuviera segura de Pedro, si se amaran de verdad, no habría dudado en denunciar el comportamiento insultante de la mujer segundos antes. Al permanecer en silencio sólo confirmaba las sospechas de Lau. Sabía todo eso y, sin embargo, no se atrevía a comprobar la lealtad de Pedro. Con lo deterioradas que estaban sus relaciones, ¡no tenía idea qué lado lo tomaría!


2 comentarios:

  1. Muy buena la maratón pero ya quiero que Pau reaccione.

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  2. Muy buenos capítulos! yo también quiero que Paula reaccione! Encima esa bicha dando vueltas todo el tiempo en su vida!

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