viernes, 6 de mayo de 2016

Dos Vidas Contigo: Capítulo 47

Su cuerpo se aferró a él como un puño que se soltaba y volvía a cerrarse. Él perdió el control y empezó a embestirla desenfrenadamente con las caderas mientras ella gritaba y jadeaba su nombre con la espalda arqueada y el cuerpo estremecido debajo de él. Él entraba más dentro cada vez hasta alcanzar un éxtasis que le supuso una idea nueva e indescriptible de lo que era hacer el amor.

Cuando los espamos remitieron, se dió cuenta de que estaba agarrándole el trasero con una fuerza que le habría dejado marcas. Él seguramente también tendría las marcas de sus talones en la espalda.

Ella dejó caer los brazos y las piernas. Tenía el pelo como una manta blanca sobre el suelo y se preguntó si le habría deshecho él el peinado o se habría soltado solo. Se apoyó en los brazos y la miró.

-Eres la mujer más hermosa del mundo -dijo antes de darle un leve beso en los labios.

Ella dejó escapar un sonido parecido a una risa. -Suena a halago de un hombre lleno de gratitud.

Le gustó su sentido del humor.

-Puedes estar segura. Gratitud eterna -dudó, pero no pudo resistirse-. ¿Tengo yo tu gratitud?

Ella sonrió lentamente y los dientes resplandecieron mientras se estiraba lánguidamente debajo de él que se quedó sin aliento cuando ella volvió a rodearlo con los brazos.

-Has estado maravilloso.

Las palabras podían ser tópicas, pero el tono era tan sincero que la creyó.

Volvió a besarla.

-A mí me encantaría seguir aquí -dijo él-, pero supongo que tú preferirás levantarte del suelo.

-Supones bien.

Pedro se levantó y extendió una mano para ayudarla. Al levantarse, ella se tambaleó con una mueca de dolor..

-Dios mío, ¿te he hecho daño? -el tono era de preocupación sincera.

-No -el tono de ella era algo burlón-. Tranquilo. No estoy acostumbrada... nunca había... -se calló y él no pudo evitar reírse de su desconcierto.

-De acuerdo. Gracias -Pedro recogió la ropa, se vistió y la ayudó a hacer lo mismo-. Te acompañaré a casa.

-A lo mejor tienes que llevarme en brazos, no estoy segura de que pueda andar.

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