viernes, 27 de mayo de 2016

Volver A Amar: Capítulo 38

La expresión de Pedro se tornó fiera y la amenaza brilló en sus ojos.

—¿Cómo que no?

—Yo no quiero casarme…

—¿Me oíste pedírtelo?

—No…

—Y no voy a hacerlo —señaló cortante—. Quiero casarme contigo, tú has aceptado estar en deuda conmigo…

—¡No tanto para casarme contigo!

—¿No?

—¡No! —los ojos de Jessica echaban chispas.

Él se encogió de hombros.

—Haré los arreglos necesarios…

—¡Dije que no me quiero casar!

Él se quedó un momento pensativo, mirándola de tal manera que Paula no pudo evitar ruborizarse.

—¿No te quieres casar, punto, o no te quieres casar conmigo en particular?

—¡Las dos cosas!

—Es una pena —comentó con seriedad—. Ya te avisé, no te lo estoy pidiendo, te lo estoy diciendo.

Paula observó aquel rostro, encontrándose con unos ojos tranquilos y confiados; la rabia de minutos antes se había esfumado, y ahora la seguridad era la línea dominante de su cuerpo.

—Yo, yo… no puedo —balbuceó. Pero sabía que su voz carecía de convicción y que Pedro lo notaba; el triunfo resplandeció en aquellos ojos.

—No te puedes negar —le dijo con seguridad—. Créeme, Paula, no suelo ser tan dominante —agregó con gentileza—. Pero contigo tengo que serlo. Tienes que aceptar que es la mejor salida, tú y Martina no pueden seguir solas —la apremió.

—Llevo viuda ocho meses —protestó ella—. Todavía no me puedo casar.

¿Cómo se lo explicaría a Martina cuando crezca?

—Si es por eso, estoy dispuesto a esperar al año —dijo él con sequedad.

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