viernes, 13 de mayo de 2016

Dos Vidas Contigo: Capítulo 70

-Los demás hombres no tienen ni el corazón ni los recuerdos de mi marido - puntualizó Paula con una sonrisa.

Pedro se incorporó y levantó a Paula del banco.

-Te quiero, Paula. Siento no haberte dicho quién era desde el principio. Quiero casarme contigo, ser el padre de Pablito y, a lo mejor, darle algunos hermanos un día de estos. ¿Lo pensarás? No tienes que responderme ahora mismo. Sé que son muchas cosas que tienes que asimilar...

-Sí -le tapó la boca con la mano-. ¿Sabías que cuando estás nervioso hablas sin ton ni son?

Él asintió con la cabeza y ella notó que le lamía la palma de la mano.

-Te quiero -farfulló Pedro-. Ese sí, ¿quiere decir que sí lo pensarás o...?

Ella apartó la mano y le sonrió.

-Me casaré contigo.

-Cuando quieras. Ya sé lo que piensas de hacerlo público demasiado pronto y siento mucho haber reaccionado como lo hice...

-Eso me recuerda que el gran baile de caridad de Pilar, el asunto lirio, es el próximo sábado. ¿Te gustaría llevarme?

Pedro cerró los ojos durante un segundo y cuando volvió a abrirlos, los tenía húmedos. Estaba claro que había reconocido su oferta de paz.

-Me encantaría.

La abrazó y la estrechó contra sí.

-¿Qué piensas hacer el resto de la tarde? -le preguntó antes de besarla.

Ella le pasó los dedos por el pelo y le sonrió burlonamente.

-Bueno... estoy un poco cansada. A lo mejor me quedo en tu casa para descansar un rato. Luego, me iré con Pablito a tomar un helado. ¿Qué te parece?

Él ya estaba desabotonándole la camisa. -Me parece un buen plan.


Paula pensó que lo que llamaban el asunto lirio seguramente era la fiesta más bonita a la que había ido. Pilar tenía motivos para estar orgullosa.

Del techo colgaban lámparas de cristal. En todas las mesas había floreros con lirios preciosos y en la mesa central había una escultura de hielo con forma de lirio. Había arreglos florales de lirios y otras flores en el bufé y tanto los músicos como todas las mujeres que habían acudido recibieron un lirio perfecto que se pusieron en el pelo.

-Apostaría lo que fuera a que todo el mundo está hablando de nosotros -las palabras burlonas de Pedro  le llegaron por encima de la cabeza mientras bailaban-. Me ha parecido oír que la mujer con un vestido morado ha dicho algo sobre una lagarta.

Paula hizo una mueca y le golpeó el brazo.

-Eres un asqueroso. Estaba espantada de que la gente pensara que yo buscaba tu dinero.

Pedro se rió.

-Sólo nosotros sabemos tu situación económica. Todo el mundo piensa que eres una viuda rica. A lo mejor piensan que yo busco tu dinero.

-No lo creo. Hay unas cuantas personas que conocen mi situación. Mi asesor financiero, mi abogado y mi contable.

-Ellos no dirán nada. ¿Quién iba a contratar a un profesional que no sabe guardar una información confidencial?

-Hablando de informaciones confidenciales... Hoy he ido a ver al médico y me ha dicho que tengo que dejar la píldora si quiero quedarme embarazada en el plazo de un año.

Pedro arqueó las cejas y sonrió cautelosamente.

-¿Es lo que quieres?

Ella le sonrió.

-Eres parte de esta familia de más formas de lo que la gente puede imaginarse. Estoy deseando tener un hijo con tus genes.

Sus ojos azules brillaron, le dió un beso en la cabeza y la abrazó con tanta fuerza que la gente tendría motivos para murmurar, si no lo estaban haciendo todavía.

-Te quiero -le dijo con un tono profundo y ronco-. Estaré siempre agradecido a Pablo por haberme dado su corazón y te prometo que mientras siga latiendo te adoraré a ti, a Michael y a todos los hijos que tengamos juntos.

Paula cerró los ojos y apoyó la cabeza en el hombro de Pedro mientras paladeaba aquellas palabras. Él tenía la mano de Paula sobre el corazón que les había dado una nueva oportunidad a los dos.



FIN

3 comentarios:

  1. Un hermoso final para una bellísima historia.

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  2. Que hermoso y emocionante final! Me quedé con ganas de que siga la historia! Gracias por compartirla!

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