miércoles, 1 de junio de 2016

Volver A Amar: Capítulo 59

—Mandé a Martina abajo —le dijo cuando salió del baño.

Ella asintió.
—Sí, tiene hambre.

—Paula…

—Ahora no, Pedro —le rogó—. Hablemos más tarde. Yo… hay mucho de qué hablar.

—¿Cuándo Martina se haya ido a la cama?

—Sí —asintió ella inquieta.

Sus brazos la rodearon amorosos.

—¿Aún me amas?

—Oh, sí —repuso ella sin titubear.

Pedro la besó con infinita ternura.

—Eso es todo lo que necesito saber.

—¿Tú me amas? —preguntó ella ansiosa.

—Siempre, siempre. Nada, te lo juro, nada cambiará eso.

Ella se aferró a su abrazo.

—Espero que no.

—Puedes estar segura —la miró a los ojos—. Naciste para ser mía y eso no cambiará jamás.

Ella se hizo acompañar de esa seguridad todo el día; aun así temía el momento en que Martina  se fuera a la cama y Pedro le pidiera explicaciones de todo. Porque Pedro era del tipo de hombres que no descansaba hasta saberlo todo. Tan sólo esperaba que siguiera amándola después de enterarse.

Pedro pareció no tener mucha prisa, una vez que Martina se hubo dormido, y la dejó llegar al tema de Antonio cuando tuviera a bien hacerlo.

—Quieres que te explique lo que dijo Martina—le dijo ella al fin. Estaban sentados en el sofá y Pedro la rodeaba con sus brazos protectores.

—Sólo cuando estés lista para decírmelo —le pidió con suavidad.

Ella lo miró, amando hasta el último cabello de ese hombre, la calidez de su mirada, la forma en que su boca sonreía indulgente, su abrazo posesivo. ¡No podía perder su amor ahora!

—¿Quieres decírmelo? —la urgió ante su silencio.

—Yo… —se interrumpió por el timbre de la calle.

—¿Quién demonios puede ser? —exclamó Pedro molesto con la interrupción y levantándose para abrir.

Paula se reclinó en el sofá. Pero cuando vió quién era la visita toda su tensión volvió a hacer presa de ella. ¡María Laura Benítez!

—Buenas noches, Paula —saludó Lau con altanería.

—Eh… hola —Paula se levantó, sintiéndose un poco ridícula con su indumentaria. La otra mujer llevaba con elegancia un vestido azul marino y unas sandalias de tacón alto.

—Siento interrumpirlos —la odiosa sonrisa que se dibujó en sus labios parecía contradecir sus palabras—. No encuentro unas notas y sé que las necesitas a primera hora de la mañana. Vine a ver si no las tenías en tu cartera.

Él asintió.

—Iré a ver.

—Gracias.

Paula miró de reojo a la mujer cuando se encontraron solas, recordando demasiado vivamente su último encuentro.

Era obvio que María Laura también lo recordaba.

3 comentarios:

  1. Qué bueno que Pau reaccionó!!!!!!!! Pero qué metida esa Laura.

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  2. Ya tuvo que llegar esa Laura a arruinar todo!!!

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  3. Muy buenos capítulos! Por qué lo cortaste ahí??? también opino que Laura viene a sembrar dudas e inseguridad en Pau!una vez q había dado un gran paso!

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