domingo, 19 de junio de 2016

Propuesta Arriesgada: Capítulo 46

—No —ella levantó los hombros y se puso de pie—. Voy a ayudar a Melanie, estoy segura de que Jonathan y tú tienen mucho de qué hablar.

—¿Y nosotros no?

—No que yo sepa —repuso con indiferencia—. A propósito, Sheba está afuera.

—La ví al entrar, está muy bien; hiciste un buen trabajo.

—Yo no la cuidé.

—Jonathan me dijo que no se separa de tí.

—Te extrañó mucho —levantó los hombros.

—¿Y tú no me extrañaste?

—Al principio creo que sí —se esforzó por sonreír, estaba decidida a no hacerle saber que se habla enamorado de él como una tonta—, además, Melanie y Jonathan son tan agradables que pronto me ayudaron a superarlo.

—Entonces, estarás contenta de irte mañana.

—Sería bonito ver Inglaterra otra vez —lo evadió, sabía que al día siguiente terminaría todo entre ellos.

—Entonces tenemos que darte un buen recuerdo de Canadá antes que te vayas. Como Diego te dijo de la estampida de Calgary, no nos la vamos a perder.

—¿Iremos a la estampida?

—Esta noche —él asintió.

—Yo… yo no sabía.

—No estaba seguro de hacerlo, así que les dije a los muchachos que no te lo mencionaran.

—Como también les dijiste que no me dijeran lo del incendio —recordó con amargura.

—No tenía idea de cuál sería tu reacción.

—No soy una histérica —y suspiró—. Sería muy agradable ir a la estampida — contestó animada.

—Eso espero.

—Espero ansiosa llegar a la estampida —confesó emocionada, camino a Calgary—. Melanie y Jonathan tienen billetes para ir después.

—Lo entiendo —respondió Pedro con frialdad. Iba vestido de manera casual con el cabello peinado hacia atrás y con sombrero.

—¡Perdón!

Paula no pudo evitar contagiarse del buen humor de la gente una vez que llegaron a la estampida. Personas de todas edades disfrutaban la alegría de la gran feria, las exhibiciones de ganado, la carrera de carretas iba a empezar en ese momento. Pedro la tomó de la mano mientras caminaban por entre la multitud.

No hay comentarios:

Publicar un comentario