lunes, 3 de agosto de 2015

Tentaciones Irresistibles Parte 3: Capítulo 3

—¿No tienes nada mejor que hacer que venir a molestarme? —preguntó ella mientras se daba la vuelta.
Al verlo, dejó de respirar, por no decir nada de pensar.
—Molestarte es un placer inesperado, pero no he venido por eso. Mi abuela vuelve hoy a casa.
—Lo sé. Ya lo he preparado.
—Pensé que debía pasar a visitarla.
—Estoy segura de que si ella hubiera sabido que ibas a venir a visitarla cuatro horas antes de que fuera a salir de aquí, se alegraría tanto que su recuperación se pararía de golpe.
Pasó de largo junto a él e intentó pasar por alto que lo rozó con el brazo y lo abochornada que se sentía. Era lamentable.
—¿No va a salir después de comer? —preguntó él mientras la seguía a la biblioteca.
—Desgraciadamente, no. Pero ha sido apasionante verle. Siento que no puedas quedarte.
Él se apoyó en el marco de la puerta. Lo hacía a menudo. Debía de saber lo mucho que le favorecía, se dijo Paula con rabia. Seguro que lo ensayaba en su casa.
Sabía que Pedro era superficial y que sólo le interesaban las mujeres tan perfectas como él. Entonces, ¿por qué la atraía tanto? Ella era inteligente y debería estar prevenida. Efectivamente, su cabeza lo sabía, el problema estaba en el resto del cuerpo. Era un arquetipo, era la típica mujer inteligente de aspecto normal que perseguía lo inalcanzable. Seguro que en las librerías había estanterías enteras con libros de autoayuda dedicados a su situación.
—¿No tienes que marcharte? —preguntó ella.
—Por el momento, pero volveré.
—Esperaré ansiosa.
—Seguro —él se quedó donde estaba.
—¿Qué pasa? —preguntó ella—. ¿Esperamos algo?
Él esbozó una sonrisa tan sexy que a ella se le paró el pulso por un instante.
— No lees el periódico, ¿verdad? —preguntó él.
—No. Por la mañana voy a correr y oigo música.
—Perfecto —él sonrió más todavía—. Hasta luego.
—Puedes esperar a que venga la enfermera del turno de tarde. ¿No te parece buena idea?
—Pero entonces no me verías y gruñirme te alegra el día. Adiós, Paula.
Pedro desapareció.

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