miércoles, 15 de julio de 2015

Tentaciones Irresistibles Parte 2: Capítulo 30

—Luz está muy ilusionada con empezar el colegio —Paula sonrió a la joven que había al otro lado del escritorio.
—Nos encantará tenerla con nosotros —dijo Julie Beamer—. Parece que ya sabe bastante de lo que haremos este año. Has dicho que conoce las letras.
—Reconoce todas y puede escribir la mayoría. Tiene dificultades con la «G». También sabe leer palabras sencillas.
—Excelente —Julie hizo unas anotaciones en una libreta—. Mencionó que el padre de Luz había fallecido, ¿no?
—Correcto —dijo Paula con calma. Para el resto del mundo, Facundo ni siquiera existía. A pesar de sus amenazas, sabía que no quería tener nada que ver con su hija. Para él, Luz era sólo un instrumento de soborno.
—Estamos deseando ver a Luz en clase. Dígale de mi parte que estoy deseando conocerla.
—Lo haré —prometió Paula.
Salió del edificio y fue hacia el coche. Su nenita empezaba el colegio. Estaba emocionada porque Luz fuera a dar un nuevo paso en su vida, pero también le dolía que creciera tan rápido.
Se preguntó si su madre habría sentido lo mismo y se arrepintió de hacerlo. Pensar en su familia le entristecía.
Sus padres nunca le habían perdonado que se escapara de casa. Aunque había intentado comprender su ira, no podía evitar desear que la hubieran querido lo bastante para dejarla volver a sus vidas. Había regresado a Seattle en parte con la esperanza de que se encontraran alguna vez. No había ocurrido.
A veces Paula se planteaba intentar volver a hablar con ellos. Pero el miedo a ser rechazada de nuevo se lo impedía.
Cuando llegó a casa, su hija esperaba en el porche, impaciente.
—¿La has visto? —preguntó Luz, corriendo hacia el coche—. ¿Es maja? ¿Quiere tenerme en su clase? ¿Crees que lo pasaremos bien?
—Sí, sí y sí —Paula la levantó y le dio vueltas en el aire—. La señorita Beamer es muy agradable y lista y le ha encantado que ya supieras tanto. Vas a tener un año maravilloso.
Mientras hablaba, alzó la vista hacia la ventana de Pedro. No estaba allí, por supuesto. Tras dejar un único mensaje telefónico, no había vuelto a intentar ponerse en contacto. Volvía tarde y salía temprano.
No debería importarle. Le había dejado claro que no quería nada con él y lo había aceptado. Eso era bueno. O, al menos, intentaba convencerse de que lo era. Pero había esperado que él al menos quisiera saber por qué. Había creído que su súbita desaparición le preocuparía, pero era obvio que se había equivocado. Había malinterpretado sus conversaciones, viendo interés donde no lo había.
—¿Podemos ir a mirar mi ropa? —preguntó Luz—. ¿Podemos elegir lo que me pondré el primer día? ¿Y el otro? ¿Y el otro?
—Claro que sí.
Paula dejó a su hija en el suelo y le dió la mano. Mientras entraban, sintió una extraña sensación de vacío. Tardó un segundo en comprender que echaba en falta a alguien que fuera más que un amigo.
No buscaba el matrimonio ni nada permanente, pero de vez en cuando sería agradable tener a alguien durante un tiempo. Alguien con quien compartir cosas. Alguien que se preocupara por ella.

3 comentarios:

  1. Espectaculares los 5 caps. Cada vez más linda esta novela.

    ResponderEliminar
  2. Me gusta! Al fin me puse al día! :)

    ResponderEliminar
  3. Hermsoos capítulos! ojalá Pedro haga algo para acercarse a Pau y a Luz!

    ResponderEliminar