miércoles, 1 de julio de 2015

Tentaciones Irresistibles: Capítulo 62

De repente, a Paula no le importó lo más mínimo que aquella mujer fuera la propietaria del restaurante o que fuera mayor. Se levantó bruscamente, y señaló hacia la puerta.
—Fuera de aquí.
—Si lo que esperas es que se case contigo, estás perdiendo el tiempo —dijo Gloria, mientras se levantaba—. Nadie puede cambiar totalmente, aunque creas que él lo ha hecho. Ya renunció tanto a Camila  como a ti en el pasado, ¿por qué iba a querer quedarse a tu lado ahora?
—Si no te vas ahora mismo, voy a llamar a los cocineros para que te saquen a rastras —Paula intentó controlar la furia que crecía en su interior.
—Las dos sabemos que no lo harás. Es posible que mis palabras te parezcan crueles, pero te estoy diciendo esto por tu propio bien. El contrato de Pedro con el restaurante es sólo de cuatro meses, y se irá en cuanto acabe.
Habló en un tono tan triunfal, que Paula se sintió encantada de poder hacer que se desinflara un poco.
—Te encanta interponerte entre la gente y manipular a los demás, supongo que así te entretienes. Ya sé que Pedro va a irse, me lo dijo el mismo día en que me hizo la oferta para contratarme.
—Por supuesto —Gloria sonrió, y añadió—: ¿Mencionó también que su pequeña empresa de café se está expandiendo? Van a empezar a abrir locales en el este. Yo creo que es un completo desperdicio del talento de Pedro, pero él parece decidido y va a liderar el equipo. En cuanto acabe su trabajo aquí, se mudará a Nueva York, ¿te lo ha comentado?
Paula se negó a creerla, no podía ser verdad. ¿Pedro iba a mudarse? No le había dicho nada al respecto.
—Eres una zorra fría y calculadora —le dijo a Gloria—. No sé por qué te gusta tanto hacer daño a los demás. Dani sólo quería conseguir que te sintieras orgullosa de ella, pero tú te negaste a darle una oportunidad y la apartaste de tí.
—Dani no es mi nieta, ni estamos emparentadas.
—Es gracioso que te preocupe tanto que Dani no sea una Alfonso, cuando tú tampoco lo eres. Si mal no recuerdo, entraste en la familia mediante el matrimonio, y antes trabajabas de doncella en un hotel, ¿verdad?
Gloria se tensó, y Paula esbozó una sonrisa.
—Oh, sí, me informé hace años. Sé lo de tu aventura con Enrique Alfonso, y que te casaste con su hijo cuando terminó. Dime, ¿seguías tirándote al papaíto cuando avanzaste hacia el altar con el hijo?
—Eres una zorra —siseó Gloria.
—Supongo que te resulta fácil reconocer a tus compañeras de profesión.
—Te destruiré.
—Inténtalo si quieres, estoy más que dispuesta a plantarte cara. Pero antes de que malgastes tus esfuerzos, deja que te diga algo: eres una mujer vieja. No tardarás en morir, pero antes vas a estar sola porque has hecho que todos los que podían quererte se alejaran de ti. Y ahora lárgate de mi cocina.
Paula permaneció sentada tras su mesa durante largo rato después de que Gloria se fuera, y tuvo que esperar a que el temblor remitiera antes de poder recuperar el aliento. Apenas podía creer lo que acababa de suceder, nadie podría imaginarse un encuentro así.
—Una pesadilla —murmuró—, esa mujer es una pesadilla.
Colocó los brazos en la mesa, y apoyó la cabeza sobre ellos. Se dijo que no pasaba nada, que había logrado mantener la compostura. Gloria podía gritar, amenazar y contar todas las mentiras que quisiera, pero ella se negaba a creérselas. Aquella vieja zorra no iba a crear problemas entre Pedro y ella.
Él le había dejado claro desde el principio que sólo iba a trabajar cuatro meses en el restaurante. No era el mismo hombre que tres años atrás, ya no le ocultaba ningún secreto. Ella sabía la verdad sobre Camila, sobre Dani, y por qué había intentado mantenerla apartada del negocio familiar; además, después de la última visita de Gloria, sus motivos le parecían más nobles que nunca.
Sin embargo, él no le había comentado que el Daily Grind estuviera a punto de expandirse hacia el este.
—No —dijo, al levantarse—. No, no, no. No voy a permitir que Gloria se salga con la suya.
Pedro no iba a irse de la ciudad, se lo habría dicho. Se habían hecho amigos, y además eran amantes. Sus vidas estaban entrelazadas como no lo habían estado desde que estuvieron casados, y ella era importante para él. Tenía que ser así, porque estaba locamente enamorada de él.
—No pasa nada —dijo en voz alta. Pero las palabras sonaron falsas, y fue incapaz de creerlas.
Enfadada consigo misma por dejar que Gloria la afectara así, sacó una agenda que tenía en el cajón inferior de la mesa y buscó el número de teléfono de la oficina principal del Daily Grind. Cuando contestó una recepcionista, le pidió que la pusiera en contacto con alguien que estuviese a cargo de la expansión corporativa.

3 comentarios:

  1. Muy buenos capítulos! esa gloria no puede ser más bicha! es feliz haciéndole la vida imposible a los demás!!!??

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  2. Ayyyyyy, x favor, no puede haber una persona tan mala como esa Gloria. Excelentes los caps de hoy.

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  3. Alguien me pasa el teléfono de Gloria por favor ? Le voy a decir un par de cosas, vieja zorra !! Ahh era que me metia en la histpria !!! Jajajajajaj

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