viernes, 10 de julio de 2015

Tentaciones Irresistibles Parte 2: Capítulo 16

Ésa era la versión para todos los públicos, pero Paula no conocía a Pedro lo bastante para contarle la verdad. Además, no había razón para confesarle todos los detalles sórdidos de su pasado.
—¿Y tú? —preguntó rápidamente—. ¿Hay ex esposas exóticas en tu pasado?
—No me casé. Nunca tuve relaciones serias. Era demasiado difícil con mi trabajo. Pasaba fuera entre nueve y seis meses al año. Vi cómo abandonaban a muchos tipos. No le veía sentido.
—¿Y ahora?
—No estoy buscando.
—Así que ambos estamos empeñados en seguir solteros —dijo ella.
—Y en no practicar el sexo.
—¿Ésa es tu norma también? —sonrió ella.
—Es tuya. Tengo intención de respetar tus deseos.

Maldición. Era típico de ella sentirse atraída por el único hombre del planeta que estaba dispuesto a hacer lo que le pedía.
Cualquier otro hombre se habría lanzado. No entendía a qué estaba esperando. Era tarde y estaban solos. Habían bebido vino. Ella no diría que no.
Y eso era lo malo. Pedro la tentaba como nunca la había tentado un hombre. No debería sentirse atraída por él. A pesar de sus normas y de lo estúpido que sería acostarse con el vecino de arriba, si él sugiriera que se desnudaran, no tardaría ni tres segundos en hacerlo. La necesidad de sentir su boca, sus manos, era tan intensa que casi le causaba dolor.

—Debería marcharme —dijo él. Dejó la copa en la mesa y se levantó.
Era obvio que no sabía leer el pensamiento.
—Gracias por ayudarme con las cajas. Avísame si quieres alguna de mis piezas. Como regalo para alguna mujer. O si decides hacerte un agujero en la oreja.
Lo acompañó hasta la puerta.
—¿Tengo pinta de ser de los que se ponen pendientes? —preguntó él con voz grave y sexy.
—No. Pero me he equivocado otras veces.
—Ésta no. Buenas noches, Paula.

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