— ¿Qué hacemos ahora, coronel? La chica no está allí, y llevo dos días sin ver a Carlos Gordon salir del edificio.
—No sé cómo lo ha hecho, pero Paula sabe que estoy detrás de ella y se lo ha dicho. Pensaba que lo habíamos acorralado en el hospital. Diablos, TJ.
—Coronel, si lo vimos entrar y salir durante la semana pasada, entonces ha debido de alertarlo después del escape de gas. De lo contrario, habría vuelto al trabajo.
— ¿Sí? ¿A dónde quieres llegar?
—Bueno, ha debido de contactar con él de alguna manera.
— ¿Sabes, T.J.? Tu inteligencia me deja cada vez más anonadado. Por supuesto que Contactó con él de alguna manera, idiota.
—Lo que quiero decir es que seguramente lo llamó por teléfono. Si pudiéramos hacemos con las facturas de teléfono que llegan a esta dirección, podríamos conseguir una lista de todas las llamadas locales o internacionales. Una de ellas nos conduciría hasta Paula.
—No estoy tan seguro. Es astuta, ha conseguido eludimos hasta ahora.
— ¿No encontró al doctor Rich examinando las facturas de teléfono del coronel Chaves? —Era la factura de un solo hombre, T.J. ¿Tienes idea de cuántos cientos, tal vez miles de llamadas se originan desde este lugar todos los meses?
—Sí, pero como sabemos que Carlos Gordon no sabía de nosotros hasta que evacuamos el edificio, podemos suponer que Paula y él han tenido contacto reciente. Sólo necesitaríamos ver las facturas del último mes, ¿no cree? El coronel gruñó.
— ¿Es eso un sí o un no?
—Significa que tu idea es la única que tenemos y que el general Berman está esperando esos negativos. Manos a la obra.
— ¡Sí, señor!
— Pepe, querido..
—Me temo que no, Erica.
—¡Fede! Gracias a Dios que eres tú. ¿Te has enterado de lo ocurrido?
— ¿Por qué crees que te llamo?
—Tu hermano rompió anoche nuestro compromiso —Fede pudo oír cómo reprimía un sollozo—. Es una pesadilla.
—Es un montaje muy ingenioso. Maquiavélico, casi.
— ¿De qué hablas?
—Hay algo que no me encaja en este asunto. Paula ha embaucado a mi hermano. Pedro cree de verdad que está enamorado de ella.
— ¿Crees que no me he dado cuenta? No ha sido el mismo desde ese viaje.
—Paula hizo su investigación muy cuidadosamente. Pero después de lo que ha dicho esta noche, se delató sin darse cuenta.
— ¿Qué quieres decir?
—Sé que su aparición en el despacho de Pedro fue parte de un gran plan orquestado hasta el último detalle por la ella misma. No hay ninguna coincidencia.
Erica emitió un sonido de protesta.
—No hablaste de esa forma antes sobre ella. Dijiste que era una criatura obesa y patética que no merecía la atención de ningún hombre.
—Si recuerdas, Erica, estaba describiendo su aspecto externo. No dije que su cerebro no funcionara. De hecho, cuando la conocí en Suiza, enseguida me di cuenta que quería aprovecharse de mi hermana. Por eso tuve que hacer algo para separarlas. Pero al parecer, no me ha perdonado por poner fin a su amistad con mi hermana y durante estos seis años ha estado planeando su venganza. Estoy seguro de que su fantasía era acabar casada conmigo, pero comprendió que Pedro era el que tenía el dinero y el poder de la familia. Decidió ir a por él.
—No entiendo cómo ha podido pasar todo.
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