viernes, 12 de mayo de 2017

Has Vuelto A Mí: Capítulo 1

El Avión sobrevoló el Támesis. Debajo de ella, Paula vió la ciudad de Londres y los suburbios que rodeaban el aeropuerto. Oyó cómo se activaba el tren de aterrizaje. El estómago le dio un vuelco, porque era muy consciente de que en pocos minutos volvería a pisar tierra inglesa, algo que había creído que no volvería a hacer. Lo había prometido diez años atrás. Recordó su desolación al irse del país. Entonces le pareció que todo se derrumbaba a su alrededor. Estaba desesperada por alejarse lo más posible de Lower Mychett. Dudaba que su abuela hubiera imaginado una reacción tan violenta. Y, descubrió que al menos parte de lo que su abuela le había dicho era cierto: el tiempo ayudaba a olvidar ciertas cosas y lo que antes le había parecido una razón válida para separarse del resto de su familia, ya no era tan importante. Se pasó los dedos por el pelo rubio y rizado que le llegaba a los hombros.

La muerte de su abuela le parecía motivo suficiente como para regresar, pero hacía diez años que la había visto por última vez y nunca habían tenido una relación cercana. La anciana nunca había ocultado que prefería al hermano y a la hermana menores de Paula. Sin embargo, cuando  recibió el telegrama de su madre, no vaciló en tomar el vuelo a Londres. A pesar de lo que ocurrió en el pasado, decidió ir al funeral y ni siquiera la desaprobación de David la había hecho cambiar de idea. Pensó que tal vez era lo que necesitaba, purgar su alma, antes de rehacer por fin su vida en Estados Unidos. Hacía meses que no sabía qué hacer con su relación con David y pronto tendría que tomar una decisión. Lo amaba, pero todavía no quería abandonar su independencia. Viajar a Inglaterra, al pueblo de Lower Mychett en Hampshire, en donde había nacido, tal vez le probaría que el pasado estaba enterrado. Quería sentir lástima por su abuela. Pero le resultaba difícil sentir algo por la mujer que había destruido con tanta frialdad su juventud.

Cuando  tenía dieciocho años, estaba segura de que la esperaba un futuro brillante y fue una tortura que todas sus ilusiones terminaran. Todo le pareció melodramático. Uno de tantos escándalos familiares de los que uno se entera, pero que jamás cree que puedan ocurrir en la propia familia. Al principio,  no creyó a su abuela, pues sabía que la anciana siempre había rechazado su presencia. Pero era cierto. Las cartas lo demostraron. Y cuando se enteró de que ella y Pedro eran... Suponía que debía haber culpado a su madre, no a su abuela, pero no fue así. Desde que nació Delfina, su  hermana menor, Alejandra Chaves tenía problemas cardíacos. Todos los miembros de la familia, incluyendo a su amoroso marido, Miguel Chaves, la mimaban. Paula jamás hubiera hecho sufrir más a su madre, y hubiera tenido que revelar la verdad a su padre, que nada sabía del asunto. Suspiró y echó la cabeza hacia atrás, estirando el cuello, con las manos en la nuca. Eso hizo que sus pechos se apretaran contra la blusa de seda y el hombre que estaba junto a ella observó el movimiento con aprobación. Lo ignoró y siguió mirando por la ventana. El avión aterrizó. De pronto, la chica tuvo la convicción de que no debió ir a Inglaterra. Cerró los ojos. Se preguntó si trataba de probar, después de todo, que no había perdido a su familia. A pesar de que ella los había invitado varias veces, sus padres nunca habían ido a Nueva York a verla. Se decía que eran campesinos que no querían montar en avión, pero en el fondo sabía que noera el verdadero motivo. El hecho era que su padre nunca la había perdonado por irse así de la casa. Como no pudo darle una explicación, se condenó ante él.

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