miércoles, 17 de mayo de 2017

Has Vuelto A Mí: Capítulo 13

—¿Cómo sabes que vivo en un departamento elegante? —protestó la chica—. Nunca lo has visto.

—No, pero ya sé como es —replicó—. Sabes,  mamá nos lee todas tus cartas. Nos dice lo que haces, adonde vas...

 —Entonces también debes saber que durante los primeros cinco años, viví en un cuarto en Queens. Y créeme, Queens no tiene nada de elegante — se acaloró—. Pero trabajé duro y ahorré... y logré dar la entrada de un pequeño departamento en la parte este de la ciudad.

—¡Ahorraste! —hizo una mueca de disgusto.

 —Sí, así es. —¿Y qué hay de David Randall? Supongo que él no te ayudó, ¿Verdad?

—Sí, David me ayudó —suspiró Paula—. Pero yo fui quien tuvo la idea de abrir la agencia de niñeras en Nueva York. Y como la agencia tuvo tanto éxito, pude mudarme a algo mejor. Esteban me ayudó más que nadie y lo sabes. David sólo pensó que lo mío era una buena inversión, eso es todo... No fue hasta después que... que...

—Que te convertiste en su amante —concluyó Gonzalo y Paula tuvo que hacer un esfuerzo para no pegarlo.

—No es fácil vivir sola —dijo—. Tú siempre has tenido una familia que te apoye y yo no.

—¿Y de quién fue la culpa? —se irritó—. Fui un tonto. Nunca debí dejarme convencer de que hablara con Esteban. Supongo que nunca creí que te irías. Y entonces, cuando mamá tuvo el infarto, papá me echó la culpa.

—¿Qué? —contuvo el aliento.  Aquello le explicaba muchas cosas.

—Además, a mí no me importa lo que hagas con tu vida —declaró Gonzalo—. Si quieres saber mi opinión, Pedro tuvo suerte al deshacerse de tí. Yo nunca creí que mi hermana se ganara la reputación de acostarse con todo el mundo...

—Yo no me acuesto con todo el mundo —protestó de inmediato—. Y si de nuevo te refieres a David, te diré que me ha pedido que me case con él.

—¿Vas a hacerlo?

—No lo sé.

—¿No lo sabes?

—No —insistió—. Mira, Gonza, sólo porque sigues pensando que el matrimonio es el fin de todo y el paraíso, no esperes que todos piensen lo mismo. Soy una mujer independiente, tengo mi propio negocio. Y cómo pase el resto de mi vida y con quién, sólo me concierne a mi. Su hermano se enfadó y se levantó de la mesa.

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