miércoles, 10 de mayo de 2017

Amor Inolvidable: Capítulo 64

Ella se apretó los dedos.

—Me alegro que hayas pasado por aquí. Hay algo de lo que quiero hablarte.

—Yo también —Pedro frunció el ceño y se cruzó de brazos.

—Tú primero.

—Estaba pensando que el otoño está a la vuelta de la esquina. Ahora que tus derechos como padre están legalmente reconocidos, pensé que deberíamos decidir cómo dividirnos para pasar las vacaciones con Oli.

—No quiero renunciar a pasar ningún instante con ella.

Paula sintió un nudo en el estómago.

—Fue una tontería por mi parte pensar que las cosas habían cambiado sólo porque has decidido ayudar a Laura y a Julián.

—¿Te lo han contado?

—Hace un momento. Es muy amable por tu parte, por cierto.

Paula quería odiarle, pero no le salía.

—No lo he hecho por amabilidad. Yo he tenido mucha suerte con mi familia, así que hay muchas cosas que daba por hecho. Últimamente me estoy dando cuenta de que la definición de familia es algo más que la gente que comparte el mismo ADN — Pedro la miró—. Siento que esos dos chicos son parte de mi familia.

Aquella capacidad para preocuparse por los demás era una de las muchas cosas que le gustaban de Pedro. Qué equivocadamente lo había juzgado.

—Has cambiado de opinión desde que querías que dejara mi programa y este vecindario porque no era el entorno adecuado para Oli.

—Sí —Pedro parecía incómodo—. Al final aprendí mucho de tus vecinos. Julián me enseñó lo que es no huir.

—Es un buen chico.

—Y Laura también —reconoció él—. Con un poco de ayuda tendrán un gran comienzo para construir su futuro.

—Sí —eso era lo que Paula estaba tratando de hacer. Seguir adelante. No era fácil, pero había pasado por cosas peores antes. Lo que le recordaba otro tema también duro. El hecho de que Pedro no quisiera compartir a su hija durante las vacaciones—. Ahora que sabes de la existencia de Oli no será fácil no tenerla en vacaciones, pero tenemos que ponernos de acuerdo en…

—No he terminado todavía.

—Ah —qué mal, porque ella estaba deseando terminar con aquel doloroso cara a cara.

—He cometido muchos errores contigo.

—¿Ah, sí? —aquello la sorprendió.

—Traté de olvidarte cuando me dejaste —Paula abrió la boca para protestar, pero él alzó la mano—. Ahora lo comprendo. No tenías ningún motivo para creer que el hombre que siempre renunciaba al compromiso te fuera a tratar a ti de manera distinta a como lo hizo tu madre.

Paula se lo quedó mirando fijamente, confiando en que no se tratara de un sueño.

—Entonces, ¿Ya me has quitado la etiqueta de mentirosa?

—Tienes el corazón más puro que he visto en mi vida —Pedro la miró fijamente—. Te responsabilizas de tus actos y harías cualquier cosa por la gente que quieres. Cuando Laura se marchó hubieras removido cielo y tierra por encontrarla. Me gustaría tener la mitad de corazón que tienes tú.

—Lo tienes, Pedro. Lo que estás haciendo por esos chicos es extraordinario.

—Es egoísta. Lo hice por llamar tu atención. Para demostrarte que comprendo el significado del compromiso. Y para conseguir que me dieras otra oportunidad —  se pasó los dedos por el pelo—. La primera vez que te vi me enamoré de tí. Luego tú rompiste la relación. No se trata de quién se fue primero, sino de que tú te llevaste mi corazón al marcharle. Eso me dolió más que nada y no quise volver a sentir algo así nunca más. Así que salí con chicas. Con muchas. Como señaló Mariana, yo me voy haciendo mayor, pero las chicas con las que salía no.

Paula  no quería saber nada de las otras mujeres que había en su vida.

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