lunes, 8 de mayo de 2017

Amor Inolvidable: Capítulo 57

Paula marcó el número de Pedro en el móvil y esperó a que contestara con un nudo en el estómago.

—¿Hola?

El sonido de su voz profunda y grave no debería resultarle tan maravilloso a los oídos, pero no podía evitarlo.

—¿Pedro? Soy Paula.

—Lo sé, sale el número en la pantalla, ¿Qué tal?

 —Necesito un favor —Paula se sentó en el sofá y observó a Oli rodeando la mesita y tratando de agarrar el mando a distancia de la televisión.

—¿Qué necesitas? —preguntó Pedro.

Su voz no encerraba ningún atisbo de sospecha, y eso la reconfortó.

—¿Puedo dejarte a Oli? Ya sé que probablemente estarás cansado del trabajo, pero… no te lo pediría si no fuera importante.

—Hoy no he trabajado, y me encantaría quedarme con Oli —ahora sí apareció una nota de sospecha en su voz—. ¿Tienes una cita?

—De acuerdo. Bien —su tono indicaba que en aquel momento se estaba pasando los dedos entre el pelo. Y seguramente estaría andando.

—Julián y ella tuvieron una gran discusión cuando Lau le contó lo del bebé. Él está muy disgustado.

—Es comprensible.

—Estoy de acuerdo. Pero ahora que Franco y ella se han ido está histérico. Iba a salir del trabajo para ir a buscarlos, pero no puede permitirse perder el empleo. Le dije que yo iría en su busca y que le mantendría informado. Así que te llevaré a Oli con la cuna portátil, porque no estoy segura de cuánto tardaré. Sería más fácil para ella que pasara la noche contigo, y así…

—Te ayudaré. Buscaremos juntos.

—No tienes por qué hacerlo. Si puedes ocuparte de Oli, es suficiente. Los sitios donde voy a ir a buscarlos no son lugares adecuados para llevarla.

—Entonces tú tampoco deberías ir.

—Tengo que hacerlo.

—Pero no sola. Prepara las cosas de Oli. Las recogeré a las dos y dejaremos a la niña en casa de mis padres.

Antes de que Paula  pudiera protestar o preguntar si sus padres estarían disponibles para cuidar a Oli, Pedro colgó.


—Ojalá —aquel comentario la convertía en la mentirosa que Pedro pensaba que era. Era el único hombre del planeta con el que daría el alma por poder estar—. Laura y Franco se han ido. Necesito ir a buscarlos.

—¿Se han ido? ¿Adónde?

Paula sonrió con tristeza.

 —Si supiera la respuesta, no tendría que buscarlos.

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