domingo, 4 de septiembre de 2016

Trampa De Gemelas: Capítulo 38

—Nos mudaremos mañana —dijo.

—De  acuerdo  —asintió  él—.  Vamos  a  ver  cómo  va  el  verano  y  ya  nos  preocuparemos de lo demás cuando llegue el otoño.

Aquella noche, después de que se acostara Feli, Paula se sentó en la mesa de la cocina con sus padres y les dijo que su hijo y ella se iban a instalar temporalmente en el Doble T.

—No pareces muy contenta con ello —dijo su padre con el ceño fruncido.

—Es lo que quiere Pedro, pasar tiempo con su hijo.

—¿Y qué quieres tú?

—En este momento sólo quiero hacer lo posible para que pasen tiempo juntos.

—¿Y Pedro y tú? —preguntó su madre.

—Mamá, en este momento no hay nada entre nosotros.

—¿Pero crees que podrían...?

—Ale —Miguel acercó  su  silla  a  la  de  su  esposa  y  le  pasó  un  brazo  por  los hombros—. Es su vida. Tenemos que aprender a dejar que ella toma sus decisiones y viva su vida.

—Lo sé, pero...

Él la atrajo hacia sí.

—Déjalo ya.

Alejandra arrugó la nariz.

—Está bien.

Paula se levantó y le dio un beso en la mejilla a su padre.

—Los quiero.

Miguel le sonrió.

—Eso es exactamente lo que nos gusta oír.

Paula le contó el plan a Feli durante el desayuno.

—¿Todo el verano? —el niño frunció el ceño y tomó otra cucharada de cereales.Estaban solos en la cocina. Miguel había ido a trabajar y Alejandra a hacer la compra.Paula dejó su taza de café en la mesa y sonrió.

—Hasta finales de agosto. Casi dos meses enteros en el Doble T. Podrás montar en  el  pony  y  nadar todos  los  días.  Y  comer  muchas  barbacoas  y  estar  con  Fargo.  Sabemos cuánto te gusta el perro.

Feli masticó y tragó.

—Pero  les  dije  a  Joaquín y a   Lautaro que  volveríamos  la  semana  que  viene  —esos chicos eran sus mejores amigos y vivían en la misma calle que él en San Antonio.

—Puedes  llamarlos  y  decirles  que  te  quedas  aquí  todo  el  verano,  pero  que  volverás cuando empiece el colegio.

Feli no se dejó convencer tan fácilmente.

—Queríamos hacer un fuerte en el árbol en el jardín de Joaquín. Seguro que ya lo han  empezado.  Y me  voy  a  perder  todo  el  entrenamiento  de  fútbol,  que  empieza  a  principios de agosto. Y tú dijiste que me llevarías a Disneylandia en julio.

Paula   no   esperaba   todas   aquellas   objeciones   y,   por   lo   tanto,   no   se   había   preparado para ellas. Pensó en la mirada de enfado de Pedro  y en lo que le diría si estropeaba  eso  y  tenía  que arrastrar  a  su  hijo  al  rancho  contra  su  voluntad.  Como  Pedro no confiaba en ella, asumiría que había puesto a Feli en contra de la idea de pasar el verano en el Doble T.

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