miércoles, 28 de septiembre de 2016

Otra Oportunidad: Capítulo 55

Veinte minutos después, se miró en el espejo del cuarto de baño y sonrió al recordar que Pedro  había visto a su hija. De hecho, había arriesgado muchas cosas para ayudarla. Y siempre le estaría agradecida por ello.

—¿Preparada?

Él se levanto del sofá cuando salió.

—Si. Y hambrienta…

Paula ya había recuperado su buen humor. No permitiría que las maldades de Noelia enturbiaran su relación con Pedro. Ni el posible futuro que tuvieran. Pero no quería pensar en eso. Era demasiado complicado. Y en ese momento solo quería disfrutar de la noche. En cuanto pidieron la cena, ella se interesó por lo sucedido en la fiscalía.

—Al final no me has explicado en que consiste lo de la suspensión temporal.

—No es nada importante. Una simple medida administrativa.

—¿Es normal?

Él la miró a los ojos.

—No, pero no es preocupante.

—¿Podrían despedirte por eso?

—No es probable.

—Pero si posible…

—No.

—¿Y cuándo vas a volver a ver a Franco?

—Pronto. El miércoles iré a una representación escolar en la que participa. Creo que hace el papel de indio…

—¿De indio? ¿No de vaquero?

—De indio. Aunque creo que no es jefe.

—¿Y eso es importante?

—Para él, no. ¿Quieres venir?

—Me encantaría. ¿Siempre vas a los actos escolares?

—Siempre que puedo.

—Mi padre nunca venía a los míos. El ejército era lo primero para él —explicó.

—El mío tampoco. La botella era su prioridad.

Paula parpadeó con sorpresa. Nunca habría imaginado que su padre fuera alcohólico.

—Oh, lo siento mucho…

Él la miró y la tomó de la mano.

—Bueno, con el paso del tiempo he aprendido a perdonarlo.

—Pero en su momento debió de ser muy duro para tí. Yo siempre me sentí como si fuera la única niña del mundo que no tenía a nadie.

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