sábado, 3 de octubre de 2015

Tentaciones Irresistibles Parte 4: Capítulo 86

—Paula, ¿qué te pasa? —le preguntó Carmen.
—Lo he estropeado todo —dijo Paula, intentando permanecer tranquila a pesar de la inquietud que bullía en su interior—. Esos chicos no habrían atacado a Luisa si no hubiera sido por mí. Me reconocieron y así fue como empezó todo.
—Ellos son los únicos culpables de lo que hicieron.
Pero la lógica no servía de nada en aquellas circunstancias.
—Podrían haberle hecho mucho daño a Luisa. Querían violarla, Carmen. Seguramente se metieron con nosotras porque me han reconocido. En el caso de que eso hubiera ocurrido, aunque yo no hubiera hecho nada, ¿cómo crees que me habría sentido?
—Pero no pasó nada, las dos estáis bien.
—¿Durante cuánto tiempo? —preguntó Paula—. ¿Y quién será el siguiente? ¿A quién más le destrozaré de una u otra forma la vida? ¿Y qué me dices de tí? ¿No odias todo lo que represento? ¿No te molesta lo que dice la gente?
—La gente siempre habla —respondió Carmen—, eso no podemos evitarlo.
—Siempre pareces tener respuesta para todo. Siempre sabes lo que tienes que hacer.
—No siempre. Hace muy poco hice algo horrible.
Paula pasó por alto la referencia a su conversación sobre Silvina.
—Eso no tuvo ninguna importancia. Me refiero a las cosas realmente importantes. Te presentas conmigo en público porque tienes que hacerlo. Sonríes y finges que no pasa nada cuando, en realidad, cada vez que me miras se te rompe el corazón.
Carmen sonrió.
—Paula, creo que te estás poniendo un poco dramática. No me estás rompiendo el corazón.
—Te han hecho mucho daño con todo lo que dicen, con todo lo que se especula sobre tí. No tiene que ser fácil.
—Paula, déjalo ya. Le estás dando demasiada importancia a lo que dicen los demás.
—No lo creo. ¿Sabes, Carmen? Necesito marcharme.
—Dentro de cinco minutos tienes que dar un discurso.
Aquello casi le hizo sonreír.
—No ahora. Lo que quiero decir es que tengo que irme de Seattle.
Carmen la miró fijamente.
—No puedes huir.
—Sí, si de esa forma resuelvo los problemas de todo el mundo.
—¿Y no crees que deberían ser los demás los que te dijeran si quieren o no que les ayudes a resolver sus problemas?
—Ninguno de ustedes va a pedirme que me marche. Sé que nunca lo harían—quizá Miguel fuera capaz de hacerlo, pero ¿qué sentido tenía decírselo?
Marcharse era la única solución posible, pensó Paula. Cuando ella se quitara de en medio, la vida volvería a la normalidad. Podía irse a una ciudad más grande, como Los Ángeles o quizá Nueva York. Allí había miles de restaurantes, así que no le costaría encontrar trabajo.
—Tú eres una luchadora por naturaleza —dijo Carmen con voz queda—. ¿Por qué vas a rendirte ahora?
—Porque creo que sería lo mejor para todo el mundo.
—¿Y para tí? ¿Tú que quieres para tí, Paula?
—Eso ahora no importa.
—¿Y Pedro?
Paula todavía no tenía una respuesta para eso.
—Pedro lo comprenderá.
Algo cambió entonces en la mirada de Carmen.
—No creo que lo comprenda en absoluto.
Paula no quería enfrentarse a nadie, no quería enfrentarse a las discusiones y las peleas que surgirían en cuanto anunciaran sus planes. Lo único que quería era desaparecer, alejarse de todo el mundo.
Excepto de Pedro, pensó con tristeza. Quería estar con él, abrazándole, acariciándole, hablando. Lo quería todo de él, y quería poder darle todo lo que ella era.
Miró el reloj y vió que sólo faltaban unos minutos para que llegara. Se suponía que iban a salir a cenar, a un lugar agradable, le había prometido Pedro.
Era una perspectiva que le gustaba, pensó. Una cena tranquila con el hombre al que amaba. Pasar la noche con él. ¿Pero con qué finalidad? Cuanto más tiempo pasara a su lado, más difícil le resultaría dejarle.
Se sentó en la cama de la habitación que utilizaba en casa de Gloria. En el fondo, sabía que no quería marcharse. Quería quedarse allí porque aquél era su mundo. Aquél era el lugar al que pertenecía.? Pero ¿a qué precio? ¿Cómo podía ser feliz consigo misma si a cambio de su felicidad tenía que destrozar las vidas de todos los que la rodeaban?

4 comentarios:

  1. Ahhhhhhh, no te lo puedo creer. Decime x favor que no se va a ir Paula.

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  2. no que no se vaya tiene que ser fuerte y que nadie le quite lo que quiere ,,,, espero el siguiente besos

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  3. Ay! no! No puede dejarse llevar por los demás, tiene que quedarse!!! Pobre Pedro!

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