domingo, 18 de octubre de 2015

Dulces Sueños: Capítulo 26

Paula les dió los caramelos, por un momento se olvido completamente de todo lo que había pasado, era bueno, con sus niñas el mundo no existía, los problemas no existían… solamente ellas. Llevó un caramelo a Victoria en la puerta y luego a Jessica que estaba sentada en una gran piedra cerca de la casa.
-Hola mi amor. – se agachó para verla bien.
-Hola Candy linda. – le dió un beso en la mejilla y la abrazó fuerte. – Te extrañé mucho.
-Yo también te extrañé. – le dio el caramelo a la chica. – Es de uva, espero te guste.
-Me encanta. – le sonrió como agradeciéndolo. – Pero no puedo comerlo. – bajó la cabeza. – No he almorzado.
-¿Y porque no? – Pau le hizo una cara de enojada, pero empezó a reír inmediatamente. - ¿Por qué no comiste gatita?
-Es que no me sentía bien Candy.
-¿Te duele algo mi amor? – le acarició el bracito chiquito. - ¿La pancita de nuevo? – Jessy maneó la cabeza. – Mm ¿Qué tienes?
-Creo que estoy embarazada, se me antoja dulces pero no comida. – le dijo seriamente.
Paula empezó a reír, le dolía la panza de tanto que lo hacia, no podía ser tan inocente, oh Dios mío, que linda era Jessica, no entendía porque Pau reía tanto, la verdad no había dicho nada de chistoso y más pensaba que le daría un castigo por esto.
-¿No estás enojada? – preguntó Jessica. - ¿Por qué te ríes tanto?
-Ay mi amor. – se sentó a su lado y le acarició los cachetes gorditos. – Las nenas chiquitas como tú y las otras del orfanato no quedan embarazadas, no tienen bebés ahora, porque ustedes aun son todas bebés. – Jessica le prestaba atención, pero no le convencía nada la explicación de Pau. – Mira, tienes que enamorarte, tener novio o un esposo, tienes que estar grandecita, para que pueda pasarlo, pero ahora no.
-Mm ¿Entonces porque Juana tiene una panza tan grande? – señaló la niña y Pau la miró por curiosidad simplemente y volvió a reír. – Dijo su amiga que estaba ya de diez meses, ya esta por nacer.
-Corazón, te mintieron… Juana es gordita, porque come mucho, y porque Dios quiso y es lindísima así. – Pau levantó Jessica con cuidado de la piedra y la puso sentada en sus piernas. – Las nenitas no embarazan mi amor y tampoco existe un embarazo de diez meses. – la abrazaba mientras le explicaba.
-Ah ¿Y de cuantos son?
-Nueve solamente, pero muchos no llegan ni ahí. – la chica la miro sonriendo.
-No lo sabía, entonces no estoy embarazada ¿Qué bueno no? No me gustaría despertarme a la noche con llantos de un bebé. – las dos rieron.
Victoria las miraba de lejos, la verdad Paula había caído del cielo, podía con las nenas y mas con Jessica que estaba hablando cada día más y ella estaba segura que todo eso fue porque su amiga había llegado para conquistarla.
-No, lo que pasa contigo es que andas con antojos de comer dulces como a cualquiera, pero tenemos que ser consientes de que la comida es más saludable y tenemos que comer todos los días, los dulces solo en postre. – le guiñó un ojo.
-Ah, por eso Juana es gorda, porque come demasiado, dos platos siempre y muchísimo postre. – puso un mechón de pelo de Pau en su cabeza para ver como quedaba. - ¿Cómo me quedaré de rubia?
-Jajaja, lindísima. – le beso la mejilla. – Mi amor, Dios quiso que Juana fuera gordita y así lo es, llegará un día en que podrá adelgazar, mientras esté bien de salud, todo es perfecto. – le hablaba calmamente. – No tienes porque ser rubia, porque te hizo así Diosito, con ese pelo negro hermoso con rulitos lindos y te hizo también delgadita como yo jajaja, morenita linda… Nadie es igual y tenemos que aceptar como somos, mira ¿Crees que no se enojaría Diosito si no te gusta tu color? – ella asintió. – A poco es lindísimo, igual es Juana, gordita y es feliz… Yo soy morochita y soy feliz, ves, Victoria es rubia y tiene canas jajaja, no reclama ¿O sí?

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