sábado, 31 de octubre de 2015

Dulces Sueños: Capítulo 63

Fue como en los cuentos de hadas…
Su papá entró con ella en la iglesia y eso fue una de las cosas más lindas que le pasó, por más que lo odiaba por no decirle la verdad sobre mi hija, también lo amaba por ser simplemente su padre.
Y Pedro, estaba extremamente hermoso, no podía mirar hacia otro lugar, solamente a sus ojos, sus hermosos ojos, era como si las palabras del cura fueran solamente un sonido lejos, estaba extasiada por el momento, por él, por su belleza y por su amor.
-Paula Chaves ¿Aceptas a Pedro Alfonso como tu esposo? – ella no escuchó nada más que eso, y bueno, también el si de él, nada más, pero tampoco nada le importaba, todo estaba demasiado bello ¿Será que estaba soñando? No, no era un sueño, podía sentirlo, podía amarlo, podía escucharlo.
Se dieron el beso cuando les declararon marido y mujer, fue un suave beso, delicadamente Pedro  depositó sus labios en los de ella, sintiendo su boca dulce y sabrosa, dejando a desear aun más, cuando se separaron se miraron fijamente y se sonrieron. Salieron caminando despacio hasta la salida, y las nenas atrás felices, y cantando, porque ahora si tenían a una familia ante Dios y todos que estaban allí…
-Felicidades mi niña. – su padre la abrazo fuera de la iglesia, por un momento Paula vio una lagrima saliendo de sus ojos, pero que fue limpiada inmediatamente por él, ella solamente le agradeció con una sonrisa.
-Ay mi amor, ya estás casada y ahora si eres una mujer completa, con un esposo que te ama mucho y dos hijas maravillosas. – dijo su madre dándole un beso en la mejilla. – Quiero que seas muy feliz y sepas que estaré siempre para tí, para todo lo que necesites ¿Si? – le guiñó un ojo. – Felicidades, que seas muy, pero muy feliz.
-Gracias mamá, muchas gracias, me quedo súper contenta por tenerte acá y por saber que me apoyas en todo. – la abrazó.
El camino para el orfanato era chiquito y en pocos minutos llegaron ahí, estaba todo tan divino, Victoria y las nenas hicieron milagros con las pocas cosas que tenían, Paula había dicho que no necesitaba decoraciones, pues le gustaba así como era, pero las nenas prefirieron hacer una decoración hermosa para Candy. La verdad más parecía una fiesta de niños, las decoraciones eran completamente infantiles, pero que a Pau le encantó, no solo a ella claro, como a todos.
-Que linda está. – dijo ella al ver todo. – Muchas gracias mis nenitas, la verdad me encantó todo, esta maravilloso. – volvió a mirar las paredes, que estaban dibujadas, habían campanitas, Peter Pan, los personajes de Disney, pero todo, todo con un toque muy femenino en violeta y lilas.

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