miércoles, 14 de octubre de 2015

Dulces Sueños: Capítulo 13

Ella no supo que decir, se olvido de todo a su alrededor para sentir esas palabras que le llegaron hasta el corazón, era el hombre más perfecto que había conocido, no pudo dejar de sonreír, ella también lo amaba, pero estaba sin condiciones de decirlo, pero él pudo leer en sus ojos que ella sentía lo mismo por él, volviendo así a devorarla.
Su panza era la más perfecta de todas, era durita y plana, totalmente plana, como si pasara todo el día en un gimnasio, su ombligo el más bello que ya había visto, lo lamió y Paula al sentir esa sensación llevo sus manos para el pelo de Pepe.
-¿No será un sueño? – preguntó él, mirándola desde ahí.
-Quizás, pero mejor no despertemos, porque estoy disfrutando mucho. – le dijo acariciándole la mejilla.
Ella sabía que él estaba a un paso de su intimidad, sus manos, sus labios, en tan solo pensar arqueó el cuerpo y respiró hondo ¿Será que estaba yendo por un buen camino? Quizás todo era muy pronto, pero wow, no podía parar ahora, no se perdonaría jamás.
Pedro se arrodillo entre sus piernas, y le empezó a bajar la braguita, pero se detuvo, cuando tenía la mitad de su intimidad al descubierto, la acarició con la parte de atrás de la mano y luego agarró una mano de Pau y la beso, haciéndola abrir los ojos para verlo.
-No puedo, no puedo. – dijo él borrando la sonrisa. – Eres tan especial, tan divina, tan tierna, una muñequita… - ella lo miraba sonriendo, le encantaba que le decía así. – No puedo aprovecharme de ti, no quiero que después te arrepentís de todo. – Paula no borró la sonrisa, al revés, era lindo que se preocupara tanto con ella. – Pero tampoco quiero dejarte con las ganas ¿Qué hago mi amor?
-Ámame. – lo único que le salió de la boca.
-No quiero que te arrepientes después, porque poco sabes de mí, poco me conoces…
-Shh – llevo un dedo en sus labios. – Gracias por ser como eres, por preocuparte por mí, pero yo también te amo mucho, mucho y no me arrepentirías de nada.
-Bebé, no tengo… no tengo preservativo. – le dijo acariciándole la pierna.
Paula lo miró confusa, la verdad ni estaba se acordando de ese pequeño detalle, pero confiaba en Pepe, confiaba en que era realmente sano.
-Te juro que soy sana, no tengo ninguna enfermedad… - él le sonrió.
-Yo tampoco.
-¿Entonces? – le habló como bebé.
-No quiero que te quedes embarazada, que tengas pronto responsabilidades por mi culpa, no quiero estropear tu vida bebé.
Esas palabras le tocaron el corazón a Paula, la verdad jamás pensó que Pepe era tan consciente, tan responsable, le encantaría un bebé, pero estaba segura que no era el momento todavía, no por ahora, aun tenía muchas cosas que hacer y después de todo, quien sabe, podría encargar a un bebé, que era uno de sus sueños.
-Ven, abrázame. – le pidió ella.
Pedro fue tan delicado que Pau ni siquiera sintió el peso de su cuerpo sobre ella, solamente sus brazos rodeando su cintura y los labios de Pepe buscando los suyos. La verdad era todo una tortura, sentía su miembro en su intimidad, y eso por más que intentaba pensar en otras cosas, la hacia excitar aun más.
-¿Te cuento un secreto? – le susurró ella y él le asintió. – Una vez fui tan irresponsable como ahora.
-No entiendo. – dijo él poniéndose al lado de Pau y ayudándola a levantar la braguita para que cubriera de nuevo lo que no tendría aquella noche.
-No pensé en preservativo, tampoco en que podría pasar.
-Ah, pero eso suele pasar ¿No? – ella asintió. – Yo jamás haría algo para lastimarte o comprometerte. – ella le sonrió.
-No sabía donde estaba mi cabeza, me encantaría un bebé, pero no ahora… Me gustaría planearlo antes todo, porque quiero estar totalmente bien con la vida.
-¿Y no estas bien con la vida? – le preguntó él acariciándole el pelo.
-No… como te decía, que una vez fui tan irresponsable, me olvidé de lo que podía pasar, de la vida, de mi familia, de mí y solo pensaba en él. – Pau suspiró.
-Estabas enamorada y suele pasar esas cosas, pero gracias a Dios estás sanita.
-De cuerpo sí, pero del corazón no. – le hizo carita de bebé triste y Pepe la imitó.
-¿Que tiene el corazoncito de mi amor? – le tocó el corazón, bueno, la verdad uno de los senos aun descubierto.

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