domingo, 25 de octubre de 2015

Dulces Sueños: Capítulo 49

Las nenas atacaron el desayuno como si no hubiesen comido nada, Pau solamente las miraban con una sonrisa, era adorable verlas feliz y sin peleas, ya no le importaba que sus padres podían decir, solamente no quería más ocultarles que adoptaría a Jessica. Ella salió primero con su madre dejándolas con su padre.
-Hija ¿Enserio lo de la nena hija? – Pau le sonrió y Alejandra entendió perfectamente a su hija, estaba feliz por ella. – La verdad creo que a tu papá no le gustará nada pero me encanta saber que estás feliz y que harás a una nena feliz también.
-Si mamá y lo más sorprendente es que amo tanto a Jessica como si de verdad hubiera nacido de mí. – su mamá borró la sonrisa y respiró hondo. - ¿Crees que eso es mal mamá?
-No hija, ella necesita ese amor también y tu mereces ser feliz al lado de quien quieras, con Soledad y con esa pequeñita.
Mientras las dos hablaban el padre de Pau estaba aun en la mesa viendo a las dos chicas comiendo y riendo, en parte le gustaba verlas ahí pero no podía ser, había dos cosas que jamás aceptaría en su familia, dejar que su hija casara con un pobre y tener a un nieto negro, ni que fuera adoptado, se levantó aventando el pañuelito al medio de la mesa.
-¿Adonde vas abuelito? – preguntó Jessica con su inocencia, Miguel la miro y maneó la cabeza sin contestarla y se retiró de la mesa enfadado.
No tenia porque estar enfado, no había motivos, Jessica sintió la frialdad de él y borró la sonrisa mágica de niña que llevaba, la verdad no sabia porque sentía ese apretó en el corazón…
Cuando Miguel llegó a la al despacho Pau y su mamá estaban riendo, feliz…
-Mm, veo que están contentas ¿No? – dijo él al entrar.
-Si papá. – se levantó.
-Bueno, soy todo oído mi hija ¿De que quieres hablar? – su voz era dura pero tampoco intimidó a Pau.
-Seré corta papá… - lo miro. – Sabes bien que el próximo sábado me casaré con Pepe  y por eso estoy más que feliz, lo amo y queremos formar una familia, sé que no es lo que quieres, pero ya soy mayor de edad y voy hacer mi propia vida y si temes a perder todo lo que tienes, no te preocupes, no quiero nada… solo quiero ser feliz a su lado y antes que me critiquen quiero decirles que prontito Jessica también será mi nena, mi hija, Pepe y yo la adoptaremos… - Pau sonrió igual que su madre.
-No entiendo ¿Por qué quieres adoptar una nena que ni siquiera tiene tu sangre? – preguntó su padre. – ¿No querías tanto a tu hija verdadera? Ahí la tienes Paula, no necesitas de otras niñas…
-Por un momento papá pensé que habías cambiado completamente, digo, desde el momento que me trajiste a Soledad, he pensando días que no les había agradecido lo suficiente por traérmela, pero la verdad no tengo nada que agradecerles… nada. – hizo una pausa y le sonrió de nuevo. - ¿Te acuerdas cuando me enamoré de Carlos papá? No podía vivir sin él, pero bueno, todo había sido un amor de verano como tú decías, pero si fuera un hijo de tus socios capaz me hubiera hecho casar o algo así parecido ¿No es cierto? – él solamente la escuchaba, no tenía nada que hablar, porque sabía perfectamente que era verdad y también sabia que Paula no era más una nena y sabia defenderse sola. – Bueno, solamente no aceptaste porque Carlos era pobre, porque su madre era negra, porque su familia era conocida como los limpias calles ¿No? Tenías vergüenza de tener un yerno que trabajaba para alimentar su familia, para ayudarlos… Pues yo no tenia vergüenza de tenerlo como novio y como el amor de mi vida, podría ser feliz a su lado.
-Dijiste bien, podrías, pero no es así Paula. – él se sentó tranquilamente en su silla. – Si supieras que venias acá para pelear y hablar de las mismas cosas siempre, no te había escuchado ni entrado en este despacho.
-Yo no venia para pelear papá, pero es que a veces es inevitable, siento que me odias y no entiendo porque, no sé que hice, ya no sé nada… - ella respiró hondo. – Pero no te preocupes estoy feliz y seré feliz con el amor de mi vida sin importar con lo que es. – ella lo miro aun sin dejar de sonreírle. – Papá, quiero que seas feliz también ¿Qué costa aceptar mis decisiones y verme feliz? ¿Qué te costa papá? – ahora fue él que suspiró. – Bueno, de verdad no vine hablar de esas cosas ahora, solo quiero saber, que es eso.
Paula abrió su bolsa y sacó las cartas que la habían mandado todo eses días y dejo arriba del escritorio, sus padres no entendieron absolutamente nada.
-Quizás no entienden lo que son esas cartas, pero vine agradecerles por hacerme feliz por un tiempo, y saber como es ser mamá, sentir las emociones de ese gran sentimiento, ser llamada de mamá, por todo eso les agradezco, pero de verdad me encantaría saber donde está mi hija, mi verdadera hija. – las palabras salían de la boca de Paula despacio, con calma, suavemente.

2 comentarios:

  1. Lo dije de un principio que Jessica es la verdadera hija, que hdp el padre x favor.

    ResponderEliminar
  2. Ay! cada vez estoy más confundida! Sole no es su hija??? Muy buenos capítulos!

    ResponderEliminar