miércoles, 14 de octubre de 2015

Dulces Sueños: Capítulo 15

Estar con Pedro era inexplicablemente lindo, todo en él le encantaba, todo en él le  hacía sonreír, podía estar toda una vida a su lado, pero había un lugar en el cual se sentía mil veces mejor, y más cuando una cierta personita se aproximaba…
Había pasado algunas semanas desde que toda aquella historia pasó… Paula seguía yendo al orfanato todos los días, mientras también ayudaba a Jessica con sus tareas y también con su voz. La nena ya estaba hablando más que cualquier otra y eso traía a Pau más que contenta.
Con Pedro, todo estaba yendo en mil maravillas, la verdad que estaba por segunda vez viviendo una historia de amor linda, pero en el fondo había algo en Pau que no le agradaba mucho, el caso de andar de manos con él, besar y hasta dormir a su lado, todo parecía perfecto, pero no eran novios todavía ¿Acaso Pedro no quería eso? ¿O tenía miedo de sus padres? No, quizás no… Ya sus padres no podrían interferir en sus relaciones, ella era una mujer, una mujer grande e independiente.
Desde que llegó de Milán, no había tenido ni siquiera un día en que no peleara con sus padres, ellos siempre la hacia recordar del pasado, a veces cuando estaba a punto de olvidarse de todos, venían ellos y la hacia llorar.

-Porque se dedican tanto a hacer mi vida imposible? – gritó Paula  desde su cuarto. - ¿No ven que lo que necesito es lo que me quitaron hace años? Si, eso necesito.
-Pau, por favor hija, déjame entrar. – le pidió su madre amigablemente.
Ella se levantó de la cama donde estaba tumbada y abrió la puerta mirando para sus pies, no quería que le viera los ojos hinchados de tanto llorar, no quería humillarse.
-Paula, tu padre y yo no queremos verte llorando y tampoco hacerte la vida imposible mi amor. – dijo la mamá acariciándole la mejilla.
Las dos entraron al cuarto de Pau, su madre se sentó en su cama, llamándola para que se sentara a su lado, así lo hice, pero poco a poco se fue acostando, acomodando su cabeza en las piernas de su madre, así como cuando era una nenita, se acordó perfectamente de cuando su madre era la mejor de mundo.
Alejandra había sido la mejor de las madres, siempre apoyaba a su hija, y en las noches de truenos y tempestad solía dormir con ella… Paula suspiró ¿Será que todavía existía en el corazón de su madre aquella mujer que la hacia tan feliz? Quizás si, solo necesitaba encontrarla.
-¿Te acuerdas cuando me hacías compañía en las noches de tempestad? ¿O cuando tenía algún problema en la escuela? – le preguntó tragando el llanto.
-Claro mi amor, me acuerdo como si fuera hoy. – su madre suspiró, eran buenas épocas, cuando Pau aun era chiquita. – Eras tan dulce, tan linda, y tenías miedo de todo, por eso te protegía tanto.
-¿Porque no hiciste lo mismo cuando la tuve mamá? ¿Por qué? ¿Por qué no me protegiste? Te necesitaba tanto. – la voz de Pau salió cortada por el llanto y las manos de su madre templaron al acariciarla. – Yo pensé que me ayudarías, pero cuando desperté vi que no… no me habías ayudado.
-Mi amor… - su madre dejo una lágrima resbalar por su mejilla. – Los adultos a veces somos tan complicados y nos equivocamos siempre, no quería que sufrieras, que dejara de vivir por… por volverse madre, no quería perjudicar y pensé que eso sería lo mejor para ti mi chiquita.
-Pero no fue así mamá y hoy sufro aun más porque no la tengo, ni ella ni a tí. – Pau la miro a los ojos y pudo ver como su madre también sufría por verla mal. - ¿Me amas? – le preguntó.
-Eres mi vida, lo que más amo y daría todo por tí hija, la verdad que no sé que sería de mi sin tí. – le confesó sin dejar de acariciarla delicadamente.
-Bueno mamá, ahí esta, no vivirías sin mí… - respiró hondo. – Creo que tu, más que nadie me comprende, estoy muerta mamá, deje de vivir desde aquella noche, yo no puedo vivir sin Roció.
-Pero ni la conociste mi amor.
-Pero la siento mamá. – apretó su mano con la de su madre y llevo a su corazón. – Ella puede no estar físicamente conmigo, pero está en mi corazón, no sé como es, ni como son sus ojos, sus cualidades, sus defectos, pero imagino lo bella que debe ser.

3 comentarios:

  1. Me mata esta nove! Es muy tierna y triste a la vez

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  2. Ayyyyyyy, x favor, qué tiernos que son Pau y Pedro pero qué triste lo que le pasó a Pau. Se me escaparon algunas lagrimitas.

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  3. Pobre Pau! que maldad terrible le hicieron sus padres! Muy lindos y tristes capítulos a la vez!

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