viernes, 16 de octubre de 2015

Dulces Sueños: Capítulo 17

Paula seguía mirando por la puerta el doctor que la consultaba ¿Será que su bebita también estaría en un orfanato como ese? ¿O con una familia? Bueno, lo único que quería era que estuviera bien y que fuera muy, muy feliz. Dejo salir un suspiro y a la vez una lagrima.
-Hay algo en tus ojos que jamás pude entender. – le dijo Victoria. – Una tristeza inexplicable, un dolor que jamás lo ví… Pau, sabes que puedes contar conmigo para lo que quieras. – la abrazó fuerte.
-Gracias Victoria, creo que cuando llegue el momento te contaré todo. – le sonrió.
Victoria sabía de muchas cosas sobre Pau, pero no más que los demás supieron en aquella época, no sabia de su verdadero dolor, ni la causa de esto…
Por fin el doctor salió de la habitación, se acercando a las mujeres.
-Bueno, Jessica se encuentra bien Victoria. – le dijo sonriendo. – No tienes infección de garganta, no tiene gripe, no tiene nada, son solo cosas de niños.
-Ay gracias a Dios. – dijeron las dos a la vez.
-Lo que pasa es que comió muchos dulces y tomo helado, eso le provoco el dolor en la panza, ya la fiebre puede ser por cosas simple como los dientes, o hasta porque se siente triste… - les explicó. – Le das de tres en tres horas esas gotitas y si no le pasa la fiebre en veinticuatro horas llámame de nuevo ¿Ok?

Mientras él hablaba Pau entró en la habitación para ver a su consentida, estaba en la cama respirando tranquilamente y cuando la vio, le regalo la más hermosa sonrisa traviesa, a Paula se hizo mariposas en la panza, era como verla por primera vez, sus ojos brillaron inmediatamente, era la niña más linda que había visto en toda su vida.
-¿Candy? Te extrañé… mucho. – le dijo dulcemente.
__Ay mi amor, y yo a tí, pero sabes que tienes que quedarte de castigo porque me diste un súper susto. – se rieron. – No, no, perdón, nada de castigo jajaja. ¿Cómo te sientes? – se sentó a la orilla de la cama acariciándole el pelo.
-Bien, me dió unas gotitas y me siento bien.
-Que bueno, me alegro mucho señorita. – le dio un besito en la frente.
-¿Candy?
-Sí, mi vida.
-¿Puedes dormir conmigo por esta noche? ¿Cómo mamá e hija?

Paula quedó en shock al escucharlo, no le salía voz ¿Cómo podía reaccionar a una pregunta así? Solamente asintió, jamás podía negarle algo a Jessica y tampoco a las otras niñas que también amaba mucho.

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