domingo, 25 de octubre de 2015

Dulces Sueños: Capítulo 45

-Chiquita, eso… me encanta. – siguió moviéndose los dedos, y luego de hablar volvió a su clítoris, quería que tuviera muchos otros orgasmos, uno tras otro.
-Ah… - gritó ella. – Ahhhh, me… me encanta. – decía ella cuando estaba llegando el próximo. – Más fuerte, por favor… más fuerte. – le pedía.
No tenia los ojos cerrados porque quería verlo, quería ver como lo hacia, como él la succionaba y la penetraba con los dedos, como hacia los movimientos y como lograba dejarla así tan, tan, tan… loca. A cada orgasmo se sentía más mojada, el jugo vaginal que le salía mojaba toda la mano de Pepe y su boca también, pero su sabor le encantaba.
Después que le causo tantos orgasmos él quito sus dedos de ella, y solamente la lamio como si quisiera tomar todo su jugo, Paula suspiro, intentando a la vez recuperar la respiración, pero era imposible. Pepe se quedo de pie, mirándola a los ojos, se podía ver en sus mejillas como aun estaba caliente, las tenía rojas, rojas como sangre.
-Me fascina verte así. – dijo él poniéndole un mechón de pelo tras la oreja, y besándola intensamente.
Paula abrazó su cuello derritiéndose en aquel beso maravilloso y poco a poco volvió a abrir las piernas, ahora para recibirlo, que era lo que de verdad quería. Él primero rozo sus intimidades, quería sentirla de nuevo y saber lo cuan mojada estaba, y luego la penetró suavemente, tan despacio…
-Mmmm te amo. – susurró ella mordiendo a la vez la oreja de Pepe.
-Yo también te amo chiquita.
Aun seguían en el mismo lugar, hasta que él la cargo, era tan chiquita y flaca que podía llevarla con una sola mano, estaban unidos aun, y la llevo al sofá así como estaban, se sentó suavemente y a ella le tocaba hacer los movimientos.
Mientras se movían, podían besarse, podían verse a los ojos, era una pose extradamente rica, los dos sentados en el sofá y Pau volteada para él, se sentían en las nubes, en cada gemido, en cada te amo, en cada suspiro, todo era mágico, ella lo amaba desde el pelo hasta la punta de los pies y él la amaba igual, se completaban.
-Ay chiquita… - ella lo abrazó fuerte cuando Pedro empezó a hacerlo aun más rápido, ella sabía cuando él estaba por terminar. – Mmmm…
-Ahhhh, ya llegó… - aumentaba la velocidad de los movimientos. – Ya llego. – susurraba él para ella.
Cuando por fin terminó, gritó, tanto que le asusto a Pau que también estaba por llegar al orgasmo otra vez, cuando sintió su semen adentro ella lo apretó aun más y galopó como una loca para llegar junto a él al éxtasis y así pudieron terminar, agotados, sudados, pero con muchísimo amor.

Tres meses habían pasado desde que su vida se iluminó por tener a su hijita de nuevo con ella, y por suerte hasta ahora todo estaba más que perfecto, no se había embarazado aun pero seguían intentando… Ya su matrimonio estaba marcado para en menos de dos semanas y los procesos de adopción de Jessica estaba ya abiertos, la casa la estaban creciendo y reformando, y había conseguido un trabajo donde podía trabajar solamente seis horas al día, así podría estar con sus chiquitas y con Pepe.
Ya con sus papás las cosas aun no seguían al cien porciento bien, otra vez su papá quería meterse en lo que nadie le había llamado; en el casamiento. Le decía que no podía casarse tan pronto con un chico como Pedro  y que quizás no estaba de verdad enamorada de él, pero poco le importaba lo que él decía, fuera eso todo estaba yendo muy bien… o casi…

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