sábado, 31 de octubre de 2015

Dulces Sueños: Capítulo 64

La torta que estaba al medio, había comprado Pedro, era enorme, y ayudaba la mesa a estar más bella, todos los dulces y frutas seguían en otra mesita, podía decir que todo estaba perfecto.
-¿No te arrepientes de haberte casado conmigo? – preguntó Pepe mirando a los ojos de Pau, estaban sentados y abrazados a la vez.
-No mi vida, jamás… sé que eres mi príncipe y sé que me amas mucho, como yo sé que eres capaz de todo por mí. – él la beso intensamente. – Mmmm, me encantas que me beses así, pero debemos controlar esos besos, hay muchos niños acá.
-Jajaja, mejor vamos a una de las habitaciones ¿Si? – le guiño un ojo, y Paula maneó la cabeza. – Vamos mi vida, es que no sé hasta cuando podré aguantar, estoy demasiado excitado ya. – le susurro en el oído.
-Pepe, por Dios, jajaja, recién llegamos acá ¿Qué dirán si desaparecemos eh?
-Nada, que somos apasionados y no aguantamos estar un minutos separados, nada más que eso, a parte, aun falta muchísimo para la vals y tenemos tiempo para dos o tres. – Pau se echó a reír, todos los contemplaban, de verdad se amaban, estaba más claro que nunca. – Dale, vamos… no cuesta nada.
-¿Enserio hablas chiquito? – él le hizo carita de bebé y le asintió. – Oh mi bebé lindo. – le dio un piquito. – Dejamos las ganas para más tarde, a parte, no falta mucho, un par de horas solamente y no me hagas pucherito, ya a la mañana lo hicimos.
-Rápido. – dijo él haciendo pucheros y ella lo miro como retándolo. – Jajaja, no me mires así que me da miedo.
-Ven. – se levantó ella llevándolo para dentro del orfanato. – Quiero mostrarte algo.
-Mmmm, eso me gusta.
Entraron en el despacho de Victoria, Paula estaba feliz, pero lo que quería mostrar a Pedro ahora no era lo que él tanto quería ver, ella puso la silla cerca del mueble y subió en ella, buscando los papeles del otro día, los puso en la mesa, ahí estaba todos los papeles de las nenas que ahí estaban, desde cuando habían nacido.
-¿Que haces? – preguntó él.
-Sabes, hace días he venido acá y he visto unos papeles de Jessica, sobre cuando llegó a ese orfanato y todo más, lo que pasa es que no entiendo. – Pau le señaló la puerta. – Cierra, por favor. – él la obedeció. – Me llamó la atención que los papeles de la maternidad donde nació Jessica son del interior y dice que es una casa de niños, o sea ¿Un orfanato? – ella buscó entre otras y las encontró, dándosela a Pepe.
-Casa de Niños Virgen de Guadalupe. – leyó él las letras mayores que habían en los papeles. – Mmmm, puede ser que estuvo en otro orfanato antes de venir acá, o nació ahí, no sé, puede ser también un hospital ¿No crees? – Pau meneó la cabeza. - ¿Y que tiene eso mi vida?
-Nada, solo que a veces me da unas cosas y quiero saber del pasado de Jessica. – le mintió, la verdad tenía pensado que Jessica podía ser su verdadera hija, pero igual, era una tontería pensar en esas cosas, solo porque era negra y tenía la misma edad, o mejor, porque así quería que fuera, nada más. – No hay fecha ¿Ves? – ella le mostró. – Es todo tan raro, y en los papeles de cuando la dejaron acá son de hace tres años, y los documentos del nacimiento de la nena no encontré, debería estar aquí con esos, o sea ahí debe haber los nombres de sus verdaderos padres, donde nació de verdad y la fecha de su cumpleaños.

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