jueves, 5 de marzo de 2015

Una Cita con el Amor: Capítulo 72

Nos quedamos dormidos con las manos y las piernas entrelazadas. La alarma incesante del despertador sonó y a mí me parecieron que habían pasado apenas cinco minutos desde que me dormí. Me estiré para apagarlo y sentí su brazo aferrado a mi cintura y su cuerpo pegado al mío, era inevitable que una sonrisa se dibujara en mi rostro. Tomé su mano para retirarla y levantarme, pero me apretó más contra él.

– Pedro, tengo que ir a trabajar – repliqué.
– No vayas.
– Amor, yo qué más quisiera que quedarme aquí contigo, pero en verdad no puedo, estoy llevando casi la mitad de las cuentas de la agencia y hay mucho que hacer – dije colocándome encima de él.
– Repórtate enferma, por favor – suplicó acariciando mis brazos.
– En serio que no puedo, además, recuerda que Scott nos vio ayer juntos, seguro no lo creería – respondí enmarañando aún más su cabello.
– Pau, no debe preocuparte el quedarte sin trabajo, yo tengo muchos contactos, podría recomendarte en la mejor agencia de Nueva York.
– Te lo agradezco Pedro, pero prefiero ganarme las cosas por mí misma, no quiero que digan que si tengo trabajo es por ti y no por mi talento.

Me sonrió, deslizando su dedo pulgar por mis labios y luego me besó en tanto su mano bajaba aún más allá de la cintura haciendo que mi pulso se elevara mientras sentía como su cuerpo reaccionaba debajo del mío.

– Pedro, por favor, tengo que meterme a bañar – objeté en un susurro.
– Sólo otro beso, ¿sí? – respondió dando la vuelta para quedar sobre mí.
– No quiero llegar tarde – dije mientras sentía como frotaba su sexo con el mío y besaba mi cuello, alterándome más.
– Te prometo que será rápido – musitó en mi oído y luego lo lamió.
– Aún nos queda la noche de hoy – exclamé acariciando su espalda.
– Faltan muchas horas – dijo entrando en mí nuevamente.
– Dijiste que… ah… sólo un beso… – señalé con la voz entre cortada moviéndome a su ritmo constante.
– No puedo evitarlo… tengo hambre de ti… – agregó moviéndose más rápido y besándome frenéticamente en tanto mis uñas recorrían su espalda.
– En serio… ¿no te tomas nada? – pregunté sintiendo aún más la intensidad de sus movimientos dentro de mí.
– No corazón… tú eres mi única droga.

Embistió en mí unas veces más hasta que exploté e instantes después él lo hizo también y luego volvió a besarme en los labios.

– Buenos días, corazón – exclamó mirándome y sonriendo.
– Buenos días, cariño, ¿ya puedo ir a bañarme?
– ¿Es necesario?
– Sí, ya te dije que debo ir a trabajar.
– Está bien – se acostó a un lado y me levanté de la cama
– ¿quieres que te lave la espalda? – añadió en tono sensual.
– Hoy no, tengo que ducharme rápido y sé que contigo sería imposible – respondí entrando al baño y cerrando la puerta sintiéndome feliz como nunca antes.

Había sido el mejor despertar de toda mi vida, me volvía loca que me dijera corazón y más cuando pronunciaba esas dos extraordinarias palabras que me hacían flotar, pero no sólo que las dijera sino que me lo demostrara, Pedro me quería tanto como yo a él, ayer me lo había dejado muy claro con todas sus actitudes.

Salí del baño envuelta en una toalla y lo vi acostado en la cama boca arriba, con sus manos detrás de su cabeza, me sonrió al verme, yo le devolví la sonrisa y abrí el closet para sacar la ropa que me pondría, sentí que me abrazó y me dio un beso en el hombro y luego recargó su cabeza.

– Qué bonito cantas – exclamó haciendo que me sonrojara.
– Oh dios, que vergüenza que me hayas escuchado.
– Pau, ¿cuántas veces he recorrido tu cuerpo desnudo sin ningún pudor y te avergüenzas porque te escuché cantar? – dijo en tono divertido y más me sonrojé.
– Es que no lo hago bien y no me gusta que me escuchen.
– Claro que lo haces bien, te hace falta un poco más de confianza en tí misma.
– Creo que necesitas que te revisen los oídos o bañarte mejor.
– Me encanta tu sentido del humor.
– Ya déjame vestir que no te encantara verme de malas.
– No importa, ya sé lo gratificantes que resultan las reconciliaciones.
– Pedro, apenas tengo el tiempo justo para llegar a la hora exacta.
– Está bien – me dió un beso en la cabeza – ¿almorzamos juntos? – añadió soltándome.

6 comentarios:

  1. Ayyyyyy, cada vez me gusta más esta adaptación pero me quedo con gusto a poco. Adoro los findes xq subís 3 caps y adoro las maratones de 6 caps.

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  2. ffffaaaaaaa que lindos caps... esta novela te atrapa mal

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  3. muuuy buenos ambos capitulos. cada ves me gusta mas

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  4. Me encantan!!!! Estoy d acuerdo cn todas, es muuy atrapante está nove, y tmb amoo los maratones!, espero el prox, bsoo @GraciasxTodoPYP

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  5. Hermosos capítulos! son muy lindos juntos, me encanta la actitud de Pedro! Espero los siguientes capítulos! ;)

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