– Te gusta, ¿verdad? – dije recordando la escena de ellos viendo el partido de hockey.
– Es muy lindo y tenemos muchas cosas en común, pero no sé, necesita poner en orden su cabeza y su corazón… claro que yo no tengo prisa.
En eso, Luciana gritó que aventaría el ramo, yo no quería ir, pero Jennifer me jaló y nos paramos detrás junto con varias chicas que estaban emocionadas. Luciana estuvo jugando un rato a aventarlo hasta que lo hizo finalmente y le tocó a Jennifer que gritó entusiasmada, aunque la verdad yo no creía en esa tradición.
Poco después, Luciana y Gastón se despidieron, para partir a su luna de miel en las Bahamas, ella me abrazó fuertemente y después me tomó de las manos.
– Me voy muy feliz y no sólo porque me he casado con el hombre que amo, también porque en unos meses seré ¡tía!, pero más por saber que Pedro ha encontrado finalmente el amor y me alegra tanto, gracias Pau por este regalo.
– Gracias a tí por tus palabras, la verdad no sé qué decirte.
– No tienes que decirme nada, sólo ser feliz con mi hermano – me dio un beso en la mejilla, se separó y lo abrazó a él.
Después Pedro me abrazó y vimos como se iban en un hermoso carro convertible, que traía amarradas las tradicionales latas y el letrero que anunciaban que eran recién casados, Luciana mandó besos y se despidió levantando la mano, al igual que Gastón que luego puso el auto en marcha y se alejaron.
Estuvimos un rato más en la fiesta y cuando quedaban pocos invitados, Pedro tomó una botella de champagne, un par de copas y me tendió el brazo, yo le sonreí y se lo tomé. Caminamos por la playa y no muy lejos de la casa había como una especie de cama, con cuatro barrotes a los lados y un techo de donde colgaba un velo blanco. Nos sentamos ahí, Pedro destapó el champagne sirvió en ambas copas y me dió una.
– Por ti, por mí y por nuestro amor – dijo chocando mi copa.
– Por nosotros y porque nuestro amor dure toda la eternidad.
Nos bebimos el contenido de las copas, después dejó la botella y las copas en la arena. Se acercó a mí y me acostó, me acarició un brazo y yo le acaricié su rostro, suspiré y lo acerqué a mí para besarlo con pasión y amor, nuestras lenguas se entrelazaron, acariciándose suavemente, saboreándose. Pedro se colocó encima de mí, puso su mano sobre mi muslo y lo acarició, subiendo y bajando por debajo del vestido, luego rompió el beso para mordisquear mi cuello.
Me abrazó y se giró para que yo quedara encima de él, le sonreí y me enderecé, quedando hincada sobre él, con mis piernas a los costados, empecé a desabrochar su camisa y se la quite por completo, besé y lamí su torso perfecto, deteniéndome en sus pezones con los que jugueteé un buen rato, mientras miraba como su pecho subía y bajaba al ritmo de su acelerada respiración, bajé por su abdomen y volví a detenerme en su ombligo, sus jadeos se intensificaron. Me detuve y volví a enderezarme, bajé el cierre del vestido, él quiso ayudarme, pero le moví la cabeza negativamente, tomé sus manos y las puse a los lados de su cabeza y lo besé unos segundos para después volver a hincarme.
Bajé los tirantes del vestido y quedaron mis senos al descubierto, él subió sus manos y me los acarició mientras yo me soltaba el cabello. Lo detuve para despojarlo de su pantalón y su bóxer, me lamí los labios al ver su erección y mi corazón terminó por dispararse completamente, me quité el vestido y la ropa interior. Tomé su masculinidad entre mis manos, pero Pedro me pidió que me volteara para que él pudiera también besar mi parte más íntima, así que le obedecí.
wow
ResponderEliminarq
buena
maraton
naty
Wowwwwwwwww, qué excelente maratón!!!!!! Me encantaron los 7 caps Naty.
ResponderEliminarMuy buenos capítulos! Gracias por la maratón! :)
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