viernes, 6 de marzo de 2015

Una Cita con el Amor: Capítulo 74

– Pedro, ¿cómo sabías que los jazmines y las gardenias  son mis flores preferidas?
– Sé más cosas de tí de las que te imaginas – respondió guiñándome un ojo.
– ¿Ah sí?, ¿y cómo puede ser eso?
– Es un secreto, siéntate que la cena ya está lista.
– ¿Te ayudo en algo?
– No corazón, tú vienes de trabajar, debes estar cansada, aunque espero que no tanto para el postre – dijo en tono sensual.
Me sirvió una copa de vino y fue a la cocina, regresó con una charola con pescado y en la otra mano una bandeja con ensalada, me sirvió en un plato el pescado y en el otro la ensalada y después se sirvió él, puso algo de música y se sentó frente a mí. Cenamos tranquilamente y me comentó que Luciana le había llamado para confirmar mi asistencia a su boda y él le aseguró que por ningún motivo faltaría.
– Por cierto, corazón, ¿puedes pedir permiso para faltar ese viernes?, por favor, me gustaría llegar al ensayo, ¿sabes?, soy el padrino.
– ¿En serio?, no tenía idea, voy a hablar con Scott, si no se puede, llego el sábado yo sola y así no te pierdes el ensayo.
– De ninguna manera, tienes que llegar conmigo.
– Cierto, que soy tu “novia” – exclamé en tono chistoso – no se vería bien si llego sola.
– Exacto, daría la impresión que estamos disgustados.
– Pedro… hablando en serio… ¿por qué le dijiste a esa chica que soy tu novia?
– ¿No lo eres?
– ¿Lo soy?
– ¿No quieres serlo?
– ¿Lo quieres tú?
– ¿Vas a seguir respondiéndome con preguntas?
– ¿Vas a seguir evadiéndolas?
– ¿Vas a continuar evadiéndolas tú?
– Pedro, en serio, esto no es ningún juego – dije un tanto seria.
– Para mí tampoco lo es Pau– dio un suspiro – sé que no te lo he preguntado formalmente, pero así te considero.
– No tienes que preguntarlo, las palabras se las lleva el viento, lo que cuentan son los hechos, sólo me tomó por sorpresa escuchártelo decir… ¿me presentarás de igual forma con tu familia? – pregunté con cierto temor.
– Por supuesto, ¿no te agrada la idea?
– No es eso.
– ¿Qué es lo que en realidad te preocupa, Paula?
– Yo no soy de tu clase, Pedro, tú has estudiado en las mejores escuelas privadas, yo siempre en públicas y si pude costearme la carrera fue porque trabajaba.
– No conoces a los Alfonso, mi familia no es nada pretenciosa, créeme que lo que menos les importara es tu status social, has tratado con Luciana, ¿acaso te ha hecho menos?
– No, pero, eran cuestiones de trabajo, ahora se trata de su hermano y se ve que te adora, ¿qué pasara si se entera que no fuimos juntos a la universidad?
– Nada, en primera estará demasiado feliz y entusiasmada por su boda y en segunda no es nada rencorosa, además le caes muy bien.
– No me gustan las mentiras y no creo que a ella tampoco, a nadie le gustan.
– Tranquila, no tiene porque enterarse, pero si te tranquiliza le diremos “la verdad”.
– ¿Qué? – pregunté con pánico.
– Podemos tergiversarla un poco, que nos conocimos en el bar del Rose Imperial el día de tu cumpleaños, que te envíe una copa de cortesía y después platicamos, volvimos a encontrarnos un par de veces más y coincidimos de casualidad en el desfile, ¿qué te parece?
– Podría ser, pero aún así que vergüenza.
– No tienes nada de que preocuparte, mi familia te adorara porque eres adorable y encantadora, ya verás – me guiñó el ojo.
Terminamos de cenar y Pedro se ofreció amablemente a lavar los platos, entonces yo entré a mi habitación y saqué un baby doll que me había comprado aquella vez que fui a la tienda de ropa interior, pero que aún no había estrenado porque tenía pensado hacerlo en el siguiente encuentro en el hotel que ya no se dio porque nos conocimos oficialmente, así que ahora era un buen momento para estrenarlo, combinado con un poco de juego que se me ocurrió, así que me lo puse y encima un abrigo, tomé mi celular y marqué a su blackberry.

2 comentarios:

  1. uuuffff Pau no más sorpresas por favorrrrrr!!!!! espero los de mañana.

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  2. Ya quiero leer los 3 caps de mañana. Buenísimos los caps de hoy. Me fascina esta adaptación!!!

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