domingo, 25 de enero de 2015

Eternamente Juntos: Capítulo 26

Oyó el suspiro de alivio de su madre.
—Gracias a Dios que has recuperado el sentido común. Tenía la esperanza de que, cuando tú y Pedro  se encontraran  cara a cara, se darían cuenta de lo que estaban perdiendo. Por supuesto, le heriste en el orgullo de la forma más des…
—Mamá, por favor —la cortó Paula rápidamente—. Sermonearme no va a ayudar en nada. Estamos empezando otra vez y los dos te agradeceríamos que evitaras mencionar lo que ocurrió. Cometí una equivocación, bien; pero como sabes, podría haber sido al contrario.
—Pero no fue así —le recordó su madre—. Pedro te ha sido fiel. Nunca he visto a un hombre tan enamorado como Pedro de tí. Me duele pensar en el daño que le hiciste después de todo lo que él ha hecho por nosotros.
Paula apretó con fuerza el auricular del teléfono.
—¿Qué quieres decir con eso de todo lo que ha hecho por nosotros? ¿De qué estás hablando?
—Yo… No, de nada —dijo Alejandra—. Sólo he querido decir que se ha comportado como un caballero, en ningún momento ha intentado ponernos en contra tuya. Ha continuado comportándose con nosotros con el cariño de siempre.
—¿Cuándo lo vieron? —preguntó Paula, sospechando que había algo de lo que ella no estaba enterada—. ¿Habéis mantenido el contacto durante estos últimos dos meses?
—No había motivo para no verle de vez en cuando —respondió Alejandra—. Por supuesto, no te dijimos nada porque no queríamos ser la causa de uno de tus berrinches infantiles.
Paula no sabía qué pensar de aquello. No se le había pasado por la cabeza que Pedro hubiera seguido en contacto con su familia. Sabía que le tenía cariño a Gonzalo y que siempre había sido muy educado con sus padres, pero lo que su madre había dicho le sorprendía.
—Espero que hayas decidido ser una buena esposa, Paula—dijo su madre, rompiendo el momentáneo silencio—. Y espero que no vuelvas a ver a Facundo. Su madre me ha dicho que está saliendo con una chica de Canadá que ha venido aquí de visita. Facundo aún no se la ha presentado, pero no me gustaría que tú…
—Mamá, hace semanas que no veo a Facundo—dijo Paula—. Me alegro de que haya encontrado a alguien, merece ser feliz.
Su madre lanzó otro suspiro.
—En fin, será mejor que te deje, tengo que ir a una función esta tarde con tu padre. Debo admitir que vuestra reconciliación ha ocurrido en el momento oportuno. Tu padre tiene posibilidades de ser reelegido en el Senado y le vendrá muy bien la noticia de que la vida de su familia está en orden otra vez.
Paula alzó los ojos al cielo. Para sus padres, las apariencias lo eran todo.

4 comentarios:

  1. Por favor qué manera de sufrir Pau, que la dejen en paz los padres y Pedro podría ser un poco menos malvado.

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  2. Pobre Pau, tiene a todos en contra! Mmm hay algo entre la flia de Pau y Pedro que no esta claro! Veremos como siguen...

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  3. Muy buenos capítulos! qué difícil se le está haciendo todo!!!

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  4. Ay che por los cuernos nadie murió... te molestan un tiempo, después te acostumbras jajajajaja Pedro hierve de bronca y de deseo... cuanto durará el no querer ensuciarse????

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