miércoles, 21 de enero de 2015

Eternamente Juntos: Capítulo 13

—Legalmente, sí. Hemos vuelto a cohabitar como marido y mujer.
—Yo no quiero ser tu mujer de ninguna de las maneras —declaró Paula enérgicamente—. No quiero vivir con un hombre que me odia tanto como tú me odias. Es lo peor que me podría pasar.
—No entiendo por qué estás tan enfadada. Al fin y al cabo, fuiste tú quien destruyó nuestro matrimonio.
—¡Yo no lo hice sola! —gritó ella.
—No, desde luego que no —dijo Pedro fríamente, aunque su oscura mirada estaba cargada de cólera—. Lo hiciste con Facundo Pieres.
—No me refería a eso —Paula lanzó un suspiro de frustración—. Lo que he querido decir es que jamás se me habría ocurrido ir a casa de Facundo si no hubiera creído que tenías una amante.
—Ah, sí, claro, mis supuestas relaciones extramatrimoniales —dijo Pedro con otra sonrisa burlona.
Paula se sintió a punto de echarse a llorar. No soportaba que le recordaran lo estúpida que había sido. En su momento, se había encontrado consumida por los celos, aunque el orgullo le impedía reconocerlo. Por eso permitió que una mujer vengativa la envenenara sistemáticamente y la pusiera en contra del hombre al que amaba con todo su corazón.
Por aquel entonces sólo llevaban doce meses casados y estaban pasando un momento particular mente difícil, aunque ahora se había dado cuenta de que era normal: dos personas con fuertes personalidades viviendo juntas era de suponer que discutieran; sobre todo, cuando él estaba muy ocupado con el trabajo y ella con sus estudios. Además, ella era propensa a los estallidos de genio que, unido a su profunda inseguridad, presentaban un fértil campo para sembrar las semillas de las sospechas.
Jazmín Gonzalez  había alimentado esas sospechas con mensajes sugerentes en el contestador automático y también con fotografías que, despues , resultaron ser montajes digitales con el fin de dar la impresión de ser más íntimos de lo que realmente eran. Paula se había encontrado tan desolada al ver a su marido en un abrazo tan comprometedor que no se había parado a pensar en la posibilidad de otra explicación.
Pedro se había ido a Sydney en viaje de negocios y estaba allí cuando ella le llamó para acusarle de infidelidad. Él lo había negado con vehemencia, pero ella no le había creído. Le colgó el teléfono, desconectó el aparato y también su teléfono móvil durante unas horas.
Cuando Pedro regresó aquella tarde fatídica a su casa, ella ya había hecho las maletas y estaba esperándole en el salón.
—No es posible que hables en serio, querida —le había respondido él después de que ella le dijera que se marchaba—. Casi no conozco a esa mujer. Trabaja para mí, sí, pero sólo como ayudante a tiempo parcial.

5 comentarios:

  1. Ahora sí me cierran algunas cosas jaja. Buenísimo este cap aclaratorio.

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  2. Muy buenos los capítulos, de apoco se llega a lo que en verdad paso!
    @pepepauoli

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  3. Buen capítulo! de a poquito vamos sabiendo qué pasó ese día!

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  4. Ahora voy entendiendo !! Ojala se reconcilien .. Ojala!!

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